El plan de enviar submarinos de la clase Borei, diseñados para
transportar 16 misiles nucleares de largo alcance, al hemisferio austral
podría entrar en marcha el próximo años.
La Marina rusa tiene planificado para el año que
viene un aumento sustancial de la intensidad de las patrullas a escala
mundial con sumergibles estratégicos
equipados con misiles nucleares.
“Cuando entren a formar parte de las fuerzas de
combate de la Armada rusa los submarinos nucleares estratégicos clase
Borei, los lanzamisiles submarinos no solo continuarán
patrullando en los océanos Ártico, Atlántico y Pacífico, sino que se van a
reanudar las misiones militares en las zonas del océano Pacífico donde todavía
a finales de los años 80 del siglo pasado se dejaban ver regularmente los
submarinos de la Marina soviética”, informan fuentes del Estado Mayor General
de la Armada rusa.
Esta fuente autorizada de la Marina asegura que los
submarinos nunca dejaron de realizar operaciones militares ni de patrullar el
océano mundial: “Simplemente en la época postsoviética las
expediciones tuvieron una intensidad diferente”.
La situación es análoga a la de la aviación militar, mejor dicho, a la de los indicadores de horas de
vuelo por piloto. Si en la Unión Soviética un piloto de combate volaba al menos 200 horas al año, en la década de los 90 este
indicador cayó hasta un récord mínimo,
12-15 horas. Solo
recientemente se ha logrado volver a unas cifras más o menos próximas (en 2011 era de 90 horas y en 2012 de 130).
Lo mismo sucedía con las tripulaciones de los submarinos: había expediciones
incluso a latitudes del sur, pero no eran tan frecuentes.
La flota submarina soviética estaba compuesta de
216 sumergibles de
diferentes tipos. Ahora hay cerca de 50. Cierto que también han cambiado
bastante las misiones que se les presentan a los tripulantes de los
mismos.
Si en los
años 70-80 la presencia cercana de los submarinos soviéticos era una
singular garantía de estabilidad política para muchos países en vías
de desarrollo, la principal
misión de los submarinos nucleares (APL) rusos es ser garantes
de la seguridad de su propio
país.
La simple
presencia de los submarinos nucleares estratégicos en regiones lejanas es un importante factor estabilizador.
Expertos y marinos dicen que en las condiciones del antagonismo actual no tiene sentido una simple
comparación mecánica de la cantidad de unidades de combate.
Tras su regreso a la presidencia en mayo del pasado año, Vladímir Putin subrayó la importancia de unas fuerzas armadas
fuertes y de gran movilidad.
Actualmente
Rusia cuenta con nueve APL que sirven
en las flotas del Norte y del océano Pacífico. En lo que atañe a los
Borei, precisamente los que van a tener que dirigirse al hemisferio
austral, en los próximos
tres meses empezarán las pruebas estatales del primer lanzamisiles
estratégico
de la serie, el 'Alexander Nevski'. Más adelante llegará el turno de los
demás.
Naturalmente, el cambio de actividad de las fuerzas
estratégicas nucleares de la Marina se realizará de manera gradual, en
el transcurso
de varios años conforme la Armada vaya recibiendo los nuevos submarinos
estratégicos nucleares.
El antiguo jefe del Estado Mayor General de la Armada almirante Víctor Krávchenko cree que es técnicamente posible la
reanudación de las operaciones de los submarinos estratégicos rusos en las latitudes del sur para lanzar
misiles sobrevolando el Polo Sur en caso
de necesidad.
El
Tratado
Antártico prohíbe cualquier tipo de actividad militar en tierra firme o en la cubierta de hielo al
sur del paralelo 60º. Al mismo tiempo que se excluye por completo la utilización de armas nucleares, el tratado
no aborda las acciones de la armada
en mar abierto.
Con los
efectivos de submarinos portamisiles estratégicos RPKSN del proyecto Delfín (Delta-IV) de los que dispone la flota
rusa, el año pasado se realizaron un total de cinco salidas de patrullas combate, principalmente en aguas árticas.
En marzo de
este año, en una sesión del equipo directivo de las Fuerzas Armadas, el ministro de
Defensa Serguéi Shoigú realizó las siguientes declaraciones: “La
Armada que Rusia necesita poder actuar de manera efectiva en diferentes
regiones del océano mundial”.
Vuelta al
mar Meditarráneo
La decisión sobre las patrullas de los APL en los lejanos mares del sur tiene cierto parecido con otra no menos crucial y
significativa: la creación de una agrupación de la
flota armada rusa en el
mar Mediterráneo. Según las palabras del comandante en jefe de la Armada Víctor Chirkov, el portaaviones de la flota del Norte
'Almirante Kuznetsov'
también
está preparado para salir, a finales del año en curso, al mar Mediterráneo dentro del contingente de la agrupación de la Marina.
Actualmente en el mar Mediterráneo se está organizando una agrupación
operativa con naves de las flotas del Norte, del Báltico y del mar Negro. De esta
forma Rusia no solo aumenta su presencia en el océano global, sino que intenta garantizar la seguridad de su país.
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