lunes, 22 de julio de 2013

Birmania y Rusia, unidas por la cooperación militar

россия зенитный ракетный комплекс Печора - 2М ЗРК

Los contactos militares entre Birmania y Rusia siguen avanzando a buen ritmo, a pesar de la normalización de las relaciones entre Birmania y EEUU.

Paralelamente a sus tradicionales lazos de amistad con China, Birmania desearía tener absoluta libertad de acción para entablar relaciones con otros importantes Estados, Rusia, entre ellos.
El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, visitó Birmania con carácter oficial en marzo pasado. Esa fue la primera visita de un titular de la institución militar rusa a ese país en los últimos cincuenta años. El general superior Min Augung Hlayn, comandante en jefe de la Fuerza Aérea de Birmania, pasó por Moscú en visita de respuesta en junio pasado. A raíz de estos contactos, las partes señalaron la “activación de las relaciones bilaterales en el plano militar”.

Birmania es un país bastante modesto económicamente, con un presupuesto militar relativamente pequeño. Sin embargo, ya ha comprado una gran cantidad de armas rusas incluidos aviones de caza MiG-29, helicópteros de transporte y de combate, Mi-17 y Mi-24, respectivamente, y misiles antiaéreos Pechora-2M. Más de ciento cincuenta cadetes de Birmania estudian en academias militares rusas.
La cooperación militar y técnico-militar tiene mucha importancia en las relaciones entre Birmania y Rusia, pero la presencia de capital ruso en su economía es insignificante. El comercio bilateral apenas alcanza unos ciento cincuenta millones de dólares anuales, contra los más de cuatro mil millones de dólares del comercio entre Birmania y China. El 35 % de la totalidad de inversiones directas en el mercado de Birmania corresponde al gigante asiático, avivado por los temores de la jefatura del país ante una posible dominación china en la economía nacional. Al mismo tiempo, China es un antiguo socio político de Birmania que durante muchos años sufrió aislamiento internacional y fuertes presiones por parte de Occidente.
En algunos casos, como la compra de MiG-29 en 2009, Birmania prefería abiertamente las armas rusas a las ofertas de otros países. Tal vez la distancia geográfica y una ínfima presencia en la región son factores que aventajan a Rusia en sus relaciones con Birmania. Las importaciones de armas rusas no suponen ningún riesgo para ese país en términos de mayor dependencia política de una gran potencia.
Paralelamente a sus tradicionales vínculos de amistad con China, Birmania quiere estar libre para entablar relaciones con otros grandes países. China sigue siendo su socio más importante en el comercio técnico-militar, pero Birmania pretende mantener la participación china en su mercado militar dentro de ciertos límites.

Últimamente, la cooperación con China resulta sobre todo importante para el desarrollo de la fuerza naval de Birmania. En marzo de 2012, China traspasó a Birmania sus dos viejas fragatas 053H1. La nueva fragata Kyan-Sit-Thar (F12), que Birmania está construyendo con el concurso de China, probablemente está basada en el proyecto chino 054A. Pero Birmania pretende dotarla con armas y equipos electrónicos de otros países. Concretamente se trata de misiles antibuque X-35, de fabricación rusa, y equipos electrónicos y radares de la empresa Bharat Electronics, de la India.

Un grupo de navíos rusos debe visitar Birmania a finales de este año. Se supone que esta visita puede dar un nuevo impulso a la cooperación bilateral en el ámbito de armamentos navales.
Mientras tanto, Rusia planea seguir incrementando su presencia naval en el mundo por lo que los puertos de Birmania pueden ser útiles para los buques de guerra rusos, en el océano Índico, y la Federación puede apoyar los planes del país asiático para desarrollar su propia industria militar. La oferta rusa incorpora buques de superficie de diverso tipo y varios sistemas de defensa antiaérea.

La voz de Rusia

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