El 4 de marzo tuvo lugar, en la residencia del presidente ruso, un encuentro entre los mandatarios de Rusia y Ucrania, Vladímir Putin y Víctor Yanúkovich. La reunión se celebró a puerta cerrada; los medios de comunicación solo asistieron a la parte protocolaria del evento, para la que no se había previsto ninguna rueda de preguntas. 

Sin embargo, durante la sesión de fotos oficial, un corresponsal ruso aprovechó el intercambio formal de comentarios entre los presidentes para preguntar a Putin si, en efecto, tenían planeado discutir sobre la adhesión de Ucrania a la Unión Aduanera.

El presidente ruso declaró que “si Ucrania se sumara a la Unión Aduanera,  el PIB del país vecino crecería entre un 1,5 y un 6,5%, en función de su nivel de integración”.
La Unión Aduanera (UA) es el primer proyecto económico trascendente del territorio postsoviético. Se trata de un modelo de integración económico-comercial entre Rusia, Bielorrusia y Kazajistán. Establece un territorio dentro del cual no se aplican aranceles ni limitaciones de carácter económico al comercio mutuo de bienes, a excepción de algunas medidas especiales de protección, compensatorias y antidumping.
Como resultado de esta coalición, Rusia, Kazajistán y Bielorrusia están capacitados para competir incluso con la economía alemana: el PIB de estos tres países unidos casi equivale al del país germano. 
Inicialmente, la visita a Rusia del presidente de Ucrania estaba prevista para el mes de diciembre del año pasado. Se esperaba que las negociaciones se centraran, precisamente, en la adhesión de Ucrania a la Unión Aduanera, pero a última hora Yanúkovich declaró que necesitaba más tiempo para los preparativos y se anuló la visita.

Según los rumores, el planteamiento de Moscú en diciembre fue tajante, al proponer a Kiev pasar directamente a la firma de los documentos necesarios para iniciar el proceso de incorporación de Ucrania a la Unión Aduanera.

Algunos observadores señalan que Kiev no puede quedar fuera de esta alianza, pero tampoco puede entrar en ella, pues en tal caso se vería obligada a despedirse definitivamente de su tan anhelada integración en Europa. 

Al parecer, Yanúkovich trató de convencer a Putin de que Kiev no rechaza la participación en este proyecto de integración, pero no puede hacerlo con las condiciones que se imponen desde Moscú.
En la víspera de su visita, Yanúkovich insistió en que Ucrania podría entrar en la Unión Aduanera en calidad de observador, o bien encontrar un modelo de cooperación que no impidiera su integración en Europa.
Según afirma el mandatario ucraniano, en 2012 su país registró un volumen de negocios con la Unión Aduanera equivalente a 63.000 millones de dólares, frente a los 50.000 millones correspondientes a los intercambios con la Unión Europea.

“Ahí (en la zona de la UA) están nuestros intereses nacionales, nuestros intereses económicos, y no podemos permitirnos perder nada de eso. No somos, como se dice, tan ricos y populares como para menospreciar el potencial de una alianza de estas características”, anunció Yanúkovich.
También Rusia se beneficiaría de la adhesión de Ucrania, ya que querría obtener un acceso preferente al sistema ucraniano de transporte de gas hacia Europa,  el cual ocupa el segundo lugar a nivel europeo y es uno de los más grandes del mundo.  A través de los oleoductos ucranianos, el gas natural ruso llega a 18 países europeos.

No obstante, para Ucrania, la Unión Aduanera y la Unión Europea son incompatibles. Tal como indicó el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, en un encuentro que tuvo en febrero con Yanúkovich en Bruselas, Ucrania tendrá que escoger, porque “ningún país puede ser miembro de la Unión Aduanera y, al mismo tiempo, disfrutar de un régimen de libre comercio con la Unión Europea en toda su extensión”.

Kiev espera firmar un acuerdo de asociación con la Unión Europea en la cumbre de la Asociación Oriental que tendrá lugar en noviembre de este año.
Sin embargo, los expertos se muestran escépticos. A finales del año pasado la canciller alemana, Angela Merkel, anunció que la Unión Europea no está en condiciones de recibir a nuevos miembros en este momento, y en el futuro, se reforzará el control de las condiciones de desarrollo económico exigidas a los candidatos para su entrada en la UE.

“Al final Ucrania se verá obligada a entrar en la Unión Aduanera en un estado debilitado y con las condiciones impuestas por Moscú”, explicó a Rusia Hoy el politólogo ruso y vicerrector de la Universidad rusa de Economía 'Plejánov', Sergéi Márkov.
En este contexto, parece probable que Ucrania se incorpore a la UA.
Aunque por otro lado, el politólogo ucraniano y director del Centro de Estudios Políticos Aplicados 'Penta', Vladímir Fésenko, señala que “Ucrania no está preparada en este momento para su adhesión a la UA”. En su opinión, Kiev no entrará en negociaciones con Moscú sobre este asunto hasta que no quede claro que el acuerdo con la Unión Europea definitivamente no se firmará. Esto último, según sus palabras, se podría aclarar ya entre junio y octubre de este año.