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Parte de estos documentos conciernen a la cooperación técnico-militar. Expertos de La Voz de Rusia aclaran las ventajas que obtendrá cada una de las partes.
Rusia
es líder de las exportaciones de helicópteros y vehículos blindados a
los países ubicados al sur del Sahara. Otro rubro de exportaciones rusas
son aviones de combate. Hay una buena base para seguir desarrollando la
cooperación. Algunos países africanos tienen armas de fabricación
soviética. Principalmente, helicópteros. Son más de quinientos en el
continente. En su mayoría, son aparatos multipropósito Mi-8 y Mi-17 y
helicópteros de combate Mi-24 y Mi-25.
La
oferta de Rusia consiste en modernizarlos dotando de armamento, equipos
radioelectrónicos y medios de protección modernos. En Johannesburgo,
Sudáfrica, se abrirá este año un centro de mantenimiento de helicópteros
rusos con personal y equipos rusos. Mientras tanto, técnicos
sudafricanos harán un curso de capacitación en Rusia. Hay también planes
para abrir en Sudáfrica un centro de mantenimiento y modernización de
vehículos blindados de fabricación rusa. Estos centros ayudarán a
promocionar el material de guerra ruso en el mercado africano. Moscú
pretende no solo mantener, sino también ampliar su cartera de clientes,
dice el director de la Revista Militar Independiente, Víctor Litovkin:
–Sudáfrica
dispone de un personal técnico altamente calificado. La empresa rusa
Uralvagonzavod tiene mucho interés en lanzarse al mercado sudafricano.
En los países al sur del Sahara hay muchos tanques rusos T-72. Traerlos a
Rusia para darles un mantenimiento adecuado y modernizarlos resulta
demasiado costoso. Lo más cómodo sería construir una planta de
mantenimiento y modernización de estos vehículos directamente en
Sudáfrica.
En los últimos años,
Sudáfrica es líder de las importaciones de armas entre los países de la
parte tropical de África. La república compra importantes cantidades de
helicópteros, misiles, piezas de artillería, aviones de combate, drones,
sistemas antiaéreos y vehículos blindados. Además, la industria
sudafricana fabrica casi toda la línea de equipos militares necesarios
para las Fuerzas Armadas nacionales y la exportación: helicópteros,
drones, vehículos blindados para el transporte de infantería, tanques y
armas portátiles. Rusia suele considerar sus exportaciones de material
bélico como una herramienta de influencia política. Con Sudáfrica, la
táctica debe ser distinta, estima el presidente de la Academia de
Geopolítica, Leonid Ivashov:
–A Rusia le
conviene cualquier tipo de cooperación con Sudáfrica, país miembro del
BRICS. Pero hay que tener cuidado para que los intereses puramente
comerciales no se impongan a las metas geopolíticas. Sudáfrica participa
en todas las ferias de armas y en cierto sentido es nuestra
competencia. La cooperación técnico-militar debe concretarse en
proyectos conjuntos de desarrollo y promoción de nuevos sistemas de
armas. Éste es el camino que seguimos con la India. A su vez, Sudáfrica
en reiteradas ocasiones mostró interés por una estrecha cooperación
técnico-militar con Rusia.
Las opciones
de cooperación bilateral en este terreno son muchas. Pero otro socio
nuestro del BRICS – China – también tiene sus intereses en África.
Pretende atraer a los clientes africanos con bajos precios de su
producto, señala Leonid Ivashov:
–Habrá
competencia tanto por parte de China, como por parte de Sudáfrica. Su
intensidad estará creciendo mientras sigamos repartiendo licencias de
producción de armas. Hay que buscar un término medio. Si nos mantenemos
dentro de la misma coalición civilizada, tal como parece ser el BRICS,
la competencia no traspasará los marcos de cooperación.
Según expertos, en este plano, la falta de competencia es más peligrosa que su presencia.
La voz de Rusia
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