Unos 17.000 efectivos de la Infantería de
Marina estadounidense están emplazados en la isla de Okinawa. Mientras,
la Armada nipona dispone de tres portahelicópteros, ocho destructores
portamisiles, veinte fragatas y dieciséis submarinos.
Al
mismo tiempo, la Segunda división de Infantería y las brigadas de
operaciones especiales con 19.700 efectivos están desplegadas en Corea
del Sur. Los depósitos de USPACOM con el material bélico, municiones,
combustible y productos alimenticios para el resto del 8º Ejército están
ubicados en Japón. La Flota estadounidense del Pacífico con tres
portaaviones, cuatro portahelicópteros, nueve cruceros, veinticinco
destructores y veintiséis submarinos en Pearl Harbor y San Diego están
preparados para cumplir misiones en la región del Asia-Pacífico.
Por
otro lado, las Fuerzas Navales de China se han modificado
considerablemente durante la última década. Actualmente, dispone de
armamento moderno desarrollado en el período de 2004 a 2012 y destinado
no sólo a defender la costa de China sino también a realizar acciones
ofensivas a cualquier tipo de objetivos en Japón y la península de
Corea. Vietnam asimismo dispone de una Armada eficaz que tiene en sus
arsenales siete destructores, dieciocho fragatas y dos submarinos.
Citando
las fuentes próximas al Pentágono, la agencia británica de noticias
Reuters afirma que el secretario estadounidense de Defensa, Chuck Hagel,
planes incrementar la eficacia de la base naval de EEUU en Fort Greely,
en Alaska, para contrarrestar a Corea del Norte.
Se
trata de una propaganda, porque la trayectoria del vuelo de misiles
balísticos intercontinentales lanzados por Corea del Norte está fuera
del radio de acción de los misiles estadounidenses.
En
cuanto al aplazamiento de la intervención militar de EEUU a Corea del
Norte, a pesar de todas las provocaciones por parte de Pyongyang, EEUU
no caerá en la trampa tendida por China. Ante todo, EEUU debe trasladar
sus fuerzas de Japón y las islas Hawai hacia la península de Corea. En
este período, China tendrá un libre acceso al litoral marítimo de Japón,
mientras que los rusos desplegarán allí sus treinta y seis bombarderos
supersónicos Тu-22М3, capaces de abatir los bombarderos estratégicos
estadounidenses В-52 desplegados en la base aérea Andersen (isla de
Guam).
La
administración estadounidense emite dólares sin respaldo en oro para
financiar las guerras civiles o intervenciones militares de EEUU.
Robando recursos financieros de varios países, la Casa Blanca cubre el
déficit de la emisión de divisas y distribuye el resto entre los
cómplices de la administración. Esta norma que se aplicaba tras la
Segunda Guerra Mundial cambió cuando George W. Bush ocupó el sillón
presidencial en 2000. Debido a su avaricia, el cubrimiento del déficit
se realizaba para enriquecer a su familia y a los comisarios políticos
del Fondo Monetario Internacional (FMI). En resultado de la intervención
en Irak y Afganistán, EEUU se quedó con una enorme deuda por haber
inflado sus gastos militares hasta un nivel sin precedentes.
En 2001, el entonces presidente de China, Jiang Zemin, y su homólogo ruso, Vladímir Putin,
firmaron el acuerdo sobre buena vecindad y cooperación entre Rusia y
China. Al decidir a desarrollar la cooperación, Rusia y China aumentaron
sus posibilidades de contrarrestar a tres centros de fuerza (EEUU,
Japón y la UE). Rusia y China lograron realizar en conjunto un método
económico capaz de eliminar paulatinamente el enorme potencial militar
estadounidense.
La
deuda pública de EEUU supera los dieciséis billones de dólares, lo que
es más que su Producto Interno Bruto (PIB). China tiene la mayor parte
de la deuda de EEUU unos dos billones de dólares, lo que equivale al
presupuesto militar de EEUU para tres años. Si China se liberara de los
recursos prestados, la economía de EEUU no evitaría el colapso.
En
2005, Vladimir Putin implantó una nueva estrategia para incrementar las
reservas de oro de Rusia. Rusia se convirtió en el principal comprador
de oro en el mercado mundial y logró doblar sus reservas de oro dentro
de cinco años. A día de hoy, Rusia ocupa el quinto puesto en esta
ámbito, comprando anualmente oro por un monto de quinientos millones de
dólares.
Por
su lado, China está interesada en adquirir 8 133 toneladas de oro que
están en los bancos de EEUU y representan el 74,5 % del volumen general
de las reservas monetarias. China exige a EEUU que pague su deuda con
este oro. China quiere emitir como alternativa al dólar una nueva moneda
respaldada por oro. Así las cosas, Pekín empezó a retornar a la patria
sus reservas de oro de Suiza, Londres y Nueva York.
China
firmó un acuerdo con más de veinte países, incluida Argentina,
Australia, Brasil, Japón, Emiratos Árabes Unidos, etc., que reconocen al
yuan como moneda oficial de las transacciones internacionales. Esto
elimina a la moneda estadounidense de una parte del mercado financiero
internacional.
EEUU no tiene salida.
Lo único que puede hacer es aplazar el resultado inminente. Ahora se ve
obligado a reforzar su presencia en el Sudeste Asiático, a pesar de
recortes presupuestarios. Por eso el Pentágono debe distribuir en esta
zona los recursos de otras unidades.
La voz de Rusia
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