miércoles, 20 de marzo de 2013

El dragón chino y el oso ruso cortan las garras al águila estadounidense

EEUU tiene Japón 35.000 militares del Comando del Pacífico (USPACOM), dos portaaviones nucleares, cuatro fragatas, y dispone de una base naval en el puerto de Yokosuka.

Unos 17.000 efectivos de la Infantería de Marina estadounidense están emplazados en la isla de Okinawa. Mientras, la Armada nipona dispone de tres portahelicópteros, ocho destructores portamisiles, veinte fragatas y dieciséis submarinos.

Al mismo tiempo, la Segunda división de Infantería y las brigadas de operaciones especiales con 19.700 efectivos están desplegadas en Corea del Sur. Los depósitos de USPACOM con el material bélico, municiones, combustible y productos alimenticios para el resto del 8º Ejército están ubicados en Japón. La Flota estadounidense del Pacífico con tres portaaviones, cuatro portahelicópteros, nueve cruceros, veinticinco destructores y veintiséis submarinos en Pearl Harbor y San Diego están preparados para cumplir misiones en la región del Asia-Pacífico.

Por otro lado, las Fuerzas Navales de China se han modificado considerablemente durante la última década. Actualmente, dispone de armamento moderno desarrollado en el período de 2004 a 2012 y destinado no sólo a defender la costa de China sino también a realizar acciones ofensivas  a cualquier tipo de objetivos en Japón y la península de Corea. Vietnam asimismo dispone de una Armada eficaz que tiene en sus arsenales siete destructores, dieciocho fragatas y dos submarinos.

Citando las fuentes próximas al Pentágono, la agencia británica de noticias Reuters afirma que el secretario estadounidense de Defensa, Chuck Hagel, planes incrementar la eficacia de la base naval de EEUU en Fort Greely, en Alaska, para contrarrestar a Corea del Norte.
Se trata de una propaganda, porque la trayectoria del vuelo de misiles balísticos intercontinentales lanzados por Corea del Norte está fuera del radio de acción de los misiles estadounidenses.

En cuanto al aplazamiento de la intervención militar de EEUU a Corea del Norte, a pesar de todas las provocaciones por parte de Pyongyang, EEUU no caerá en la trampa tendida por China. Ante todo, EEUU debe trasladar sus fuerzas de Japón y las islas Hawai hacia la península de Corea. En este período, China tendrá un libre acceso al litoral marítimo de Japón, mientras que los rusos desplegarán allí sus treinta y seis bombarderos supersónicos Тu-22М3, capaces de abatir los bombarderos estratégicos estadounidenses В-52 desplegados en la base aérea Andersen (isla de Guam).

La administración estadounidense emite dólares sin respaldo en oro para financiar las guerras civiles o intervenciones militares de EEUU. Robando recursos financieros de varios países, la Casa Blanca cubre el déficit de la emisión de divisas y distribuye el resto entre los cómplices de la administración. Esta norma que se aplicaba tras la Segunda Guerra Mundial cambió cuando George W. Bush ocupó el sillón presidencial en 2000. Debido a su avaricia, el cubrimiento del déficit se realizaba para enriquecer a su familia y a los comisarios políticos del Fondo Monetario Internacional (FMI). En resultado de la intervención en Irak y Afganistán, EEUU se quedó con una enorme deuda por haber inflado sus gastos militares hasta un nivel sin precedentes.
En 2001, el entonces presidente de China, Jiang Zemin, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, firmaron el acuerdo sobre buena vecindad y cooperación entre Rusia y China. Al decidir a desarrollar la cooperación, Rusia y China aumentaron sus posibilidades de contrarrestar a tres centros de fuerza (EEUU, Japón y la UE). Rusia y China lograron realizar en conjunto un método económico capaz de eliminar paulatinamente el enorme potencial militar estadounidense.

La deuda pública de EEUU supera los dieciséis billones de dólares, lo que es más que su Producto Interno Bruto (PIB). China tiene la mayor parte de la deuda de EEUU unos dos billones de dólares, lo que equivale al presupuesto militar de EEUU para tres años. Si China se liberara de los recursos prestados, la economía de EEUU no evitaría el colapso.

En 2005, Vladimir Putin implantó una nueva estrategia para incrementar las reservas de oro de Rusia. Rusia se convirtió en el principal comprador de oro en el mercado mundial y logró doblar sus reservas de oro dentro de cinco años. A día de hoy, Rusia ocupa el quinto puesto en esta ámbito, comprando anualmente oro por un monto de quinientos millones de dólares.

Por su lado, China está interesada en adquirir 8 133 toneladas de oro que están en los bancos de EEUU y representan el 74,5 % del volumen general de las reservas monetarias. China exige a EEUU que pague su deuda con este oro. China quiere emitir como alternativa al dólar una nueva moneda respaldada por oro. Así las cosas, Pekín empezó a retornar a la patria sus reservas de oro de Suiza, Londres y Nueva York.
China firmó un acuerdo con más de veinte países, incluida Argentina, Australia, Brasil, Japón, Emiratos Árabes Unidos, etc., que reconocen al yuan como moneda oficial de las transacciones internacionales. Esto elimina a la moneda estadounidense de una parte del mercado financiero internacional.

EEUU no tiene salida. Lo único que puede hacer es aplazar el resultado inminente. Ahora se ve obligado a reforzar su presencia en el Sudeste Asiático, a pesar de recortes presupuestarios. Por eso el Pentágono debe distribuir en esta zona los recursos de otras unidades.

La voz de Rusia

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