lunes, 2 de diciembre de 2013

El ministro de Defensa ruso visitará Grecia

El ministro de Defensa ruso visitará Grecia

El ministro de Defensa ruso, Seguéi Shoigú, viajará a Grecia. Entre los países europeos, Grecia es el que tiene el nivel más alto de cooperación técnico-militar con Rusia.

A pesar de las presiones por parte de la UE y la OTAN, los griegos siguen importando equipos militares rusos. El analista militar Víctor Litovkin explica su interés por este material bélico y hace pronósticos sobre los posibles resultados de esta visita:

–Aun siendo parte de la OTAN, Grecia es un país bastante independiente en cuanto a la selección de socios para la cooperación técnico-militar. Mientras la OTAN afirma que no puede crear un escudo antimisiles común con Rusia por diferencia de patrones, toda la defensa antiaérea griega está basada en misiles rusos, desde los portátiles Iglá y hasta los de largo alcance S-300 PMU. Desde hace poco, Grecia también usa misiles rusos Tor -M1, Buk -M1 y Osá- AKM. En estas circunstancias, la presunta “incompatibilidad de patrones” suena a excusa banal por parte de quienes desconfían de Rusia.

–¿Por qué los griegos basan su defensa en equipos militares rusos?
–Porque saben que no condicionamos nuestras ofertas a exigencias políticas o económicas. No chantajeamos a nadie. Simplemente vendemos nuestras armas y enseñamos al cliente a manejarlas, entrenamos a oficiales del país comprador en nuestras academias militares y polígonos de pruebas. Es de señalar que fue la antigua República Democrática Alemana la que les vendió a los griegos el misil soviético Osá-AKM, cuando liquidaba el material de guerra disponible entre los aliados más próximos de la Alemania Federal, con vistas a su próxima reunificación. Más tarde, Grecia pidió a Rusia modernizar el sistema y quedó tan contenta que compró otras dieciséis unidades del mismo tipo. De paso, conoció el Top-M1, un misil mucho más eficaz, y optaron por adquirirlo también. Luego compraron también nuestro Buk. Hubo una historia interesante con los misiles antiaéreos S-300 PMU. Los griegos habían anunciado una licitación para comprar misiles de largo alcance, en la que participaron EEUU y Rusia. Los estadounidenses insistían mucho en que Grecia comprara sus misiles Patriot. Pero los griegos son muy listos. No les convenía ir en contra de EEUU y la OTAN. Entonces, recomendaron a Chipre comprar el S-300 PMU ruso, comprometiéndose por su parte a financiar la transacción, ya que Chipre era obviamente incapaz de asumir solo este gasto. Turquía protestó advirtiendo que no permitiría el arribo de este misil a la nación isleña. Atenas reaccionó de inmediato, diciendo que “salvará a los amigos de Nicosia”, y se quedó con el sistema. De esta manera, parte de los radares quedaron desplegados en Chipre, cerca de la base militar británica, y los misiles en Grecia. Los griegos y chipriotas comparten el mismo sistema de defensa antiaérea, de fabricación rusa.

–¿Qué se espera de esta visita el ministro de Defensa ruso a Grecia?
–Los equipos que hemos vendido a Grecia requieren de modernización. Ya hemos fundado en Grecia una empresa mixta llamada Rosoboron Servis – Hellas y estudiamos su posible ampliación. Parte de las ventas se realizaron hace diez años, y se requiere el mantenimiento y modernización de este equipo. Aparte de los misiles, Grecia posee vehículos de combate para el transporte de infantería, tanques, aviones militares de transporte, aeronaves anfibio, buques de control aéreo de la clase Zubr y otras armas de fabricación rusa. El volumen de las exportaciones de armas a Grecia realizadas en los últimos años se estima en más de cinco mil millones de dólares. Hacen falta centros de mantenimiento de estos equipos. Además, la Armada rusa tiene una escuadra operando en el mar Mediterráneo. No se descarta que durante esta visita se consideren opciones para que los buques rusos puedan pasar por los puertos griegos con fines de descanso y mantenimiento ligero.
Resulta que los griegos son un caso específico dentro de la OTAN. El analista moscovita estima que hay que considerar el estado real de las cosas. Y concretamente, la existencia de graves problemas fronterizos entre Grecia y Turquía que ocupa parte de Chipre. A la larga, solo la afiliación a un mismo bloque político-militar mantiene a las partes con cabezas frías para no transformar el conflicto en un enfrentamiento armado. En estas circunstancias, los griegos tienen que estar alerta todo el tiempo.

La voz de Rusia

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