Fotо: RIA Novosti
Señor presidente, queremos saludarle en nombre de la emisora La Voz de Rusia
y de nuestros numerosos oyentes en diversos países del mundo. Hace
cinco años, Abjasia pasó a ser sujeto del Derecho Internacional. ¿Con
qué Estados ha establecido las relaciones diplomáticas?
–Con
Venezuela, Nicaragua, Tuvalu, Vanuatu, Nauru. Y, por supuesto, con
Rusia. Fue un acontecimiento largamente esperado, de gran relevancia
histórica. No es tan fácil describir el júbilo que estalló en Abjasia
cuando Rusia la reconoció.
Cuéntenos sobre las relaciones actuales de Abjasia con Osetia del Sur, Rusia, Georgia, Adzharia:
–Las
relaciones con Rusia son pletóricas. Desde 2008 ocurrieron muchos
acontecimientos. Aparte del gran tratado, firmamos muchos documentos que
confieren carácter sistémico a nuestras relaciones, vertebrándolas con
arreglo a las normas del Derecho Internacional. Nuestras relaciones se
desarrollan con signo positivo, lo cual valoramos en alto. A menudo las
califican de relaciones estratégicas, de aliados. Nosotros preferimos
llamarlas fraternas y no dejaremos de fomentarlas. Rusia siempre nos ha
prestado una gran ayuda, también antes de 2008. Por ejemplo, facilitando
los trámites para obtener la ciudadanía a un gran número de nuestros
ciudadanos. Nosotros jubilados, que merecen una vida digna, desde hace
muchos años cobran pensiones con cargo al presupuesto ruso y siempre
hablan con mucho respeto y calor del país que les prestó un apreciable
apoyo después de la desintegración de la URSS. Rusia es nuestro
principal socio comercial. Fomentamos las relaciones con este país en
muchos ámbitos, no solo en el económico. Por lo que se refiere a las
relaciones con Georgia, usted ya lo sabe perfectamente. Queremos vivir
en paz con los georgianos y en reiteradas ocasiones planteamos ante los
políticos georgianos la necesidad de concluir un tratado de paz. Hay que
poner cruz y raya a aquella guerra. Pero, lamentablemente, no hay
ninguna respuesta positiva de aquella parte. Podemos mantener unas
relaciones de buena vecindad, pero consideramos que hemos decidido
nuestro destino, sin que pueda haber retorno al pasado. Con Adzharia no
tenemos ningunas relaciones, simplemente nuestras costas son bañadas por
un mismo mar. Las relaciones con Osetia del Sur merecen mención aparte.
Mantenemos permanentes contactos, intercambiamos delegaciones,
suscribimos documentos internacionales y prestamos apoyo recíproco en
cualquier tema relacionado con nuestra institucionalización.
Comente las proporciones de la repatriación desde Siria y Turquía:
–Las
proporciones no son muy grandes, las cifras absolutas son
insignificantes. Los abjasios residentes en Siria sufren mucho del
flagelo de la guerra. En total hemos recibido a más de cuatrocientas
personas, incluyendo niños, alojándolas en diversas zonas de Abjasia y
procurando que se adapten cuanto antes a las nuevas condiciones. Por
supuesto, no hemos podido permanecer indiferentes hacia la suerte de
nuestros compatriotas residentes en Siria.
¿Cómo apreciaría las inversiones extranjeras en la economía de Abjasia?
–Las
inversiones se efectúan desde hace tiempo. En cifras absolutas no son
sumas importantes, pero percibimos su efecto. Desde luego, quisiéramos
que aumenten, por lo cual tratamos de facilitarles los trámites a los
inversores. Creo que próximamente, las inversiones en Abjasia aumentarán
que fundamentalmente provienen de Rusia. Sabemos por experiencia propia
lo que es una guerra y afrontamos bastantes problemas. En todos los
sectores se necesita capital inicial para aliviar la vida.
¿Su apreciación de los sucesos acaecidos en agosto de 2008 ha sufrido algunos cambios en los años transcurridos?
–Después
de septiembre de 2008, ni mi apreciación ni la de nuestros ciudadanos
ha sufrido cambio alguno. El mes de septiembre ocupa un lugar especial
tanto en nuestra historia, como en la de Osetia del Sur. Fueron años
aciagos. El 8 de agosto, visitaremos la embajada de Osetia del Sur para
evocar aquellos días. Lo mismo habría ocurrido respecto a Abjasia,
porque los planes, fraguados por los altos dirigentes georgianos, de
emplear la fuerza armada contra Osetia del Sur y Abjasia, pasaron a ser
de dominio público. Si no fuera por la misión de Rusia, las
consecuencias habrían sido catastróficas. Lo que sufrieron los
habitantes de Osetia del Sur fue horrible y nuestra población estaba
dispuesta a empuñar las armas y prestar ayuda a Osetia del Sur. Nos
hemos reunido hoy con los veteranos. Nuestros militares evocan con dolor
y amargura lo que ocurrió en agosto y septiembre de 2008. Siempre hemos
resaltado el enorme papel de la Federación Rusa, las valientes
decisiones políticas adoptadas por el entonces presidente Dmitri Medvédev.
Hemos escuchado atentos la entrevista que ha concedido a la cadena
televisiva Russia Today. Consideramos que también ha expresado nuestra
opinión. Es nuestra apreciación común de los sucesos que tuvieron lugar
en agosto-septiembre de 2008.
Señor presidente,
le agradecemos el tiempo que nos ha dedicado, su excelente entrevista.
Permítanos desear, en su persona, al hermano pueblo abjasio mayores
éxitos en el proceso de la institucionalización y la construcción de un
Estado libre y soberano:
La voz de Rusia
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