© Foto: La Voz de Rusia
Así lo ha dicho el jueves el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú.
Los vecinos orientales acogieron con tranquilidad las maniobras del
Ejército Ruso. La OTAN no es ningún ejemplo. Allí están muy inquietos
por las próximas maniobras ruso-bielorrusas Occidente-2013. Bruselas,
según las mejores tradiciones de la guerra fría, preparó de antemano una
respuesta bautizada Steadfast Jazz 2013.
La orden del
Comandante en Jefe Supremo –el presidente de Rusia – sobre la
realización de los ejercicios en el Distrito Militar Oriental fue
recibida el 12 de julio. Al día siguiente las tropas ya estaban en
disposición de combate, las unidades se dirigieron a los polígonos. Esta
inspección de la disposición de combate fue la de mayor envergadura en
la historia postsoviética. El ministro de Defensa, Serguéi Shoigú,
durante el encuentro que mantuvo con expertos y analista militares
rusos, se refirió a las conclusiones que siguieron a los resultados de
las maniobras. Desde luego que las críticas no faltaron. Así, como
resultado de la inspección se decidió ampliar la red de aeropuertos de
la Fuerza Aérea de Rusia, dado que la ampliación de las bases aéreas no
responde a los intereses de la seguridad del país. Además, el Ministerio
de Defensa puede revisar los planes de alistamiento por contrato en el
ejército.
Pero, en general, el mando militar valoró
altamente los resultados de los ejercicios. El Ejército y la Marina
dieron muestras de alta preparación combativa, a la vez que los
efectivos actuaron con gran entusiasmo, dijo a La Voz de Rusia el director de la revista Natsionálnaya Oborona (Defensa Nacional), Igor Korotchenko:
–El
espíritu general y las evaluaciones generales son exclusivamente
positivas. También cabe destacar que, de acuerdo con los datos de la
encuesta realizada entre los efectivos de todas las categorías, los
ejercicios causaron una gran satisfacción – especialmente entre los
soldados rasos y sus padres. En general, el ejército aprende hoy a
resolver las tareas concretas de combate, lo cual es acogido de la
manera más positiva por los uniformados.
Las
inspecciones imprevistas de la disposición de combate de las Fuerzas
Armadas de Rusia no concluyen con el “acorde del Extremo Oriente”. El
presidente Vladímir Putin
había declarado que las inspecciones ahora serán un asunto común y
corriente para el ejército. Además, se aguadan las actividades
planificadas como ser las maniobras conjuntas ruso-bielorrusas Occidente
2013, fijadas para el mes de setiembre. Los ejercicios se realizarán en
territorio de Bielorrusia, del Distrito Militar Occidental de Rusia, en
los mares de Bárents y Báltico. Participarán unos trece mil efectivos,
sesenta helicópteros y aviones y hasta doscientas cincuenta unidades de
carros de combate. El guión supone el perfeccionamient o de la lucha
contra grupos extremistas y formaciones armadas ilegales.
Pero
los guiones de respuesta de la OTAN a estos ejercicios causan
perplejidad en el Ministerio de Defensa de Rusia. Los ejercicios
Steadfast Jazz 2013, fijados aproximadamente para ese mismo tiempo,
suponen la puesta en vigencia del artículo 5 del Tratado de Washington:
reacción rápida a una agresión contra un país aliado. El departamento
militar ruso tildó dichos ejercicios como relicto de la guerra fría. Con
esta evaluación está de acuerdo el experto militar polaco Lukáš
Reščiňský.
–Es
evidente que en esta reacción de la Alianza a las maniobras conjuntas de
Rusia y Bielorrusia se perfilan elementos del conocido juego a la
guerra fría, que hace mucho que es una estrategia permanente de la OTAN.
Independientemente de lo que oímos decir en relación a los próximos
ejercicios –de que habían sido planificados mucho antes y que no son
ninguna respuesta directa a las maniobras ruso-bielorrusas, los hechos
son los hechos: la Alianza parecía estar esperando la declaración de la
parte rusa sobre la realización de las maniobras Occidente 2013, para
anunciar en el acto la realización de sus ejercicios. Cabe remarcar que
la preparación de una actividad de tal envergadura, no es cuestión de un
mes. De ahí que se haga difícil suponer que semejante decisión haya
sido tomada casi simultáneamente, incluso si las tropas tuviesen la
correspondiente disposición de combate.
El
experto subrayó que hace ya mucho tiempo que Rusia no ve enemigos en la
persona de la OTAN o de la Unión Europea, y procura seleccionar a los
socios a partir de sus intereses geopolíticos, estableciendo y
fortaleciendo los contactos con algunos países como, por ejemplo,
Alemania o Francia. De modo que los hechos relacionados con las próximas
maniobras difícilmente cambien algo en las relaciones entre Moscú y
Bruselas.
Los militares rusos de todas maneras
decidieron tranquilizar a sus colegas occidentales. En la sesión del
Consejo OTAN-Rusia en Bruselas se celebró para ellos una rueda de prensa
especial, en la que se refirieron a las próximas maniobras
ruso-bielorrusas . El punto final a la disputa lo puso el viceministro
ruso de Defensa, Anatoli Antónov. Según él, para que nadie tenga motivos
para reprochar a Rusia falta de transparencia, los representantes de la
OTAN fueron invitados a las maniobras Occidente 2013, en calidad de
observadores
La voz de Rusia
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