Foto: mordikov.fatal.ru
Se ocupará de estudios teóricos en balística,
hidrodinámica y acústica. Como temas cerrados tratará teorías de guiado
de torpedos.
La tarea de perspectiva que se plantean los
técnicos del centro consiste en desarrollar un torpedo con elementos de
“inteligencia artificial” capaz de operar con autonomía en la
profundidad del mar no solo identificando los objetivos según el
principio de “amigo-enemigo”, sino también modificando y renovando su
programa de búsqueda. Rusia sigue siendo país líder en el desarrollo de
torpedos adelantándose en ese terreno a las potencia navales más
avanzadas, sostiene el vicepresidente de la Academia de Problemas
Geopolíticos, Konstantín Sivkov:
—La
prioridad en el desarrollo de nuevos torpedos será aumentar su alcance
de tiro y la distancia de detección de blancos submarinos. Además se
pretende dotarlo de “inteligencia artificial” para que elabore por sí
solo su trayectoria de guiado evitando la persecución de objetivos
falsos.
La fundación de un consejo científico
para el desarrollo de torpedos demuestra que Rusia procura adelantarse a
sus competidores, afirma el analista militar del diario Komsomolskaya Pravda, Víctor Baranets:
—La
escuela rusa de desarrollo de armas submarinas se ha encontrado
últimamente dispersa entre varios centros científicos. Cada uno de ellos
seguía su propio camino. El Gobierno y la Comisión de Industria Militar
pretenden reunir la célebre escuela rusa de torpedos en un poderoso
centro único de construcción de armas submarinas. Hoy lo más importante
es que ese tipo de armas requiere de “inteligencia artificial”. Se trata
de armas de sexta y séptima generación.
Hace ya
mucho que los expertos especulan sobre la posible creación de un torpedo
robot dotado de “inteligencia artificial”. De momento, el torpedo es
incapaz de localizar un blanco por sí solo y solo persigue un objetivo
programado, explica Konstantín Sivkov:
—La
idea es que la “inteligencia artificial” del torpedo le permita
identificar el blanco real en medio de interferencias. La búsqueda del
blanco está a cargo de otros medios. Si el torpedo se lanza desde un
submarino, se utilizan los sonares de éste último. Hoy todavía no existe
un torpedo que una vez lanzado a un área determinada permanezca en la
misma durante mucho tiempo buscando y destruyendo objetivos con ayuda de
un sonar incorporado. En algún momento hubo planes de crear un
supertorpedo dotado de un generador de energía nuclear, esto es una
especie de submarino nuclear no tripulado.
Ese
aparato tendría un alcance de decenas de miles de millas náuticas.
Finalmente el proyecto fue suspendido por toda una serie de problemas
técnicos. El experto señala que la fuerza naval rusa dispone del torpedo
a reacción Squall poseedor del récord mundial de velocidad entre las
armas submarinas: más de trescientos kilómetros por hora. Dada su alta
velocidad, el blanco resulta incapaz de evitarlo maniobrando.
El
Consejo Científico para los Torpedos agrupará a los mejores
especialistas en balística, hidrodinámica, acústica y tecnologías
electrónicas. Planea celebrar en 2014 un congreso fundamental en materia
de construcción de torpedos.
La voz de Rusia
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