Foto: La Voz de Rusia
En aquellos días primaverales pude encontrarme
con muchas personas que habían repelido, heroicamente, los ataques de
la armada de la OTAN. En Bruselas y en la OTAN soñaban despiertos con
poner de rodillas rápidamente a Serbia y quebrantar el espíritu de los
indómitos serbios. Pero nada de eso iba a resultarles. Pues, el Ejército
Popular de Yugoslavia y sus fuerzas antiaéreas resultaron ser más
astutas que los estrategas de la alianza noratlántica. Dorde Anicic lo
recordaba así:
—La agresión comenzó el 24 de marzo,
hacia el atardecer. Más de seiscientos aviones participaron en el primer
ataque a Yugoslavia. De entrada fueron atacados con cohetes los puntos
de mando y las instalaciones antiaéreas del Ejército de Yugoslavia.
Ellos se proponían causar, literalmente, en las primeras horas el mayor
daño a nuestro Ejército. Pero todo fue en vano y el mando de la OTAN
entendió que iba a ser muy difícil poner fuera de combate las fuerzas
antiaéreas yugoslavas. De ahí que fue creada una brigada aérea especia,
formada por ciento cincuenta aviones modernos, destinados para destruir
los sistemas antiaéreos de Belgrado. Nosotros contábamos entonces con
varias decenas de sistemas SAM-3, un sistema balístico de tercera
generación. Mientras que la aviación de la OTAN disponía ya de la sexta
generación de armamentos.
Casi toda Europa más
EEUU y estamos hablando de unos seiscientos millones de habitantes, se
lanzó en guerra contra un pequeño país de diez millones de habitantes.
Aquella fue una exhibición de la fuerza de la OTAN, la que de alianza
defensiva se convirtió en agresiva en un santiamén.
Aquella
fue la obertura, antes de arrebatarnos Kosovo. Con el paso de los días,
la cantidad de aviones que participaban en la guerra contra nosotros
iba en aumento. Y, sin embargo, la OTAN fue incapaz de eliminar nuestro
sistema de defensa antiaérea. Nos empeñamos en defendernos dignamente,
cambiábamos a menudo de posiciones, engañábamos continuamente al enemigo
obligándolo a librar la guerra no solo de noche, sino también de día.
Al término de la agresión desde las bases aéreas de la OTAN despegaban,
diariamente, más de un millar de aviones. Aquella forma de organizar la
defensa del país sirvió a su dirección para ganar tiempo y lograr que
los albanokosovares y sus padrinos occidentales no pudieran salir de
inmediato del seno de Yugoslavia. De suerte que la OTAN no pudo aplastar
a Serbia y ponerla de rodillas. La paz fue pactada en la condiciones de
Belgrado y en Kosovo entraron no las fuerzas agresoras de la OTAN, sino
los cascos azules con el emblema de la ONU.
Los
norteamericanos no querían largo tiempo reconocer que, la pequeña Serbia
con su material de guerra que definían de obsoleto, había logrado no
solo mantenerse en pie los setenta y nueve días de la agresión, sino que
causar además un daño considerable al Pentágono. La brigada justamente
del teniente coronel Dorde Anicic derribó un F111A. Le pregunté, ¿qué
más había logrado derribar en aquella primavera de 1999?
—Nuestra
brigada derribó tres aviones, reconocidos por el enemigo, más otros dos
que los de la OTAN no quisieron reconocer documentadamente. Al tercer
día de la guerra, el 27 de marzo, a las 20.42 horas, la brigada derribó
un avión singularmente protegido un F117 construido según la denominada
tecnología furtiva Stealth. La Fuerza Aérea de EEUU tenía entonces una
dotación de cincuenta y nueve de tales aviones. Se pensaba que
justamente los F111 iban a ser la máquina principal para el Ejército de
EEUU hasta 2025. Pero también derribamos un F-16 SG. El piloto de ese
avión había participado en la guerra en el golfo Pérsico y en otras
operaciones importantes de la Fuerza Aérea del país. Nosotros logramos
aquella vez interrumpir sus exitosos vuelos. Aquello sucedió en la noche
del 1 al 2 de mayo. Y el 19 de mayo derribamos un B2A. Aquel avión vino
a desplomarse no lejos de Serbia en el territorio de Croacia. En los
tres meses de guerra logramos atacar un F117 más, el que solo sufrió
daños y pudo volar hasta Bosnia donde aterrizó en un aeródromo. Existen
declaraciones de especialistas que confirman que un Stealth más fue
alcanzado por un cohete nuestro. Nosotros justamente logramos causar un
daño material considerable a los norteamericanos. Y es que, ellos
apostaban mucho a sus aviones furtivos Stealth, el que pensaban vender
como pan caliente en todo el mundo. Se trataba de un pedido por cientos
de miles de millones de dólares, pero después de 1999, esos jugosos
planes se vinieron al suelo como algunos de sus aviones. Los clientes se
negaron a comprarlos y en marzo de 2008 el F117 era retirado del
armamento norteamericano.
La voz de Rusia
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