Los medios oficiales chinos y particularmente el Diario del Pueblo online afirman que el avión de caza chino embarcado J-15 supera al ruso Su-33.
Así lo ha dicho el portavoz del
Ministerio de Defensa de China, Geng Yansheng, subrayando que por todas
sus características el J-15 supera al ruso Su-33 y no es un clon de este
avión. Al propio tiempo, China respondió oficialmente por vez primera a
las acusaciones de clonar maquinaria militar extranjera.
Pekín
se acostumbró hace años a ignorar las acusaciones de copiar tecnologías
militares extranjeras y sobre todo rusas. Las respuestas a tales
acusaciones se daban únicamente en foros de Internet o en medios
especializados. Comúnmente los chinos reconocían que podían haber
empleado algunos enfoques comunes con los artículos extranjeros. Sin
embargo, aseguraban que las resoluciones de diseño son originales y, más
aún, el artículo chino le saca una cabeza de ventaja al supuesto
prototipo extranjero. Semejante enfoque no es único de los casos de
copiado de maquinaria militar. Esa misma retórica utilizaban los
fabricantes chinos de trenes de alta velocidad.
En el
caso del primer portaaviones chino Liaoning y del caza embarcado J-15
tal retórica fue llevada a nivel oficial. Geng Yansheng manifestó que en
el desarrollo de la maquinaria militar rigen “leyes objetivas”, “muchos
tipos de armamento se basan en los mismos principios”, y por eso “es
falta de profesionalismo declarar que China copió tecnologías de
portaaviones de otros países solo sobre la base de una simple
comparación”.
Para que la alusión a las leyes físicas
objetivas sea convincente hay que demostrar un par de cosas: que el
portaaviones ruso “Almirante Kuznetsov” o el caza embarcado ruso Su-33
son en sí las únicas variantes posibles de configuración de submarino y
de avión de caza embarcado. Mas no es así. Hay muchas variantes. Tanto
el portaaviones ruso como el caza embarcado son únicos, no se parecen a
sus análogos de los países occidentales.
La
comparación de la configuración, por ejemplo, del ala del chino J-15 y
el ruso Su-33 no da lugar a dudas sobre las fuentes de inspiración de
los diseñadores chinos. Además, sabido es que en 2005 China adquirió en
Ucrania el prototipo temprano del Su-33 denominado T-10K-3.
Hace
cierto tiempo, el crecimiento de las ambiciones y la sobreestimación de
las fuerzas propias en China condujo a que reconocer la necesidad de
adquirir tecnologías rusas no era prestigioso y además desventajoso
políticamente. Incluso cuando la industria china realmente experimenta
problemas con la asimilación de tecnologías soviéticas de los años
ochenta, se hacen declaraciones sobre la competición con los principales
fabricantes del mundo.
Por lo que toca a las
innovaciones, que acompañaron la creación del J-15, pues sería realmente
sorprendente si los chinos se dedicaran a la reproducción del equipo
radioelectrónico del caza soviético modelo de los años 1980-principios
de 1990. Desde luego que en el J-15 se aprovecharon los frutos de los
diseños hechos por los chinos para otros cazas derivados del Su-27,
tales como el J-11B y el J-16. Claro está que la aviónica de esta nave
aérea debe ser más o menos original, o, posiblemente, haya sido
elaborada sobre la base de modelos rusos más tardíos y parcialmente de
modelos occidentales.
Se tiene plena constancia de
que incluso los cazas pesados chinos de base terrestre están siendo
equipados básicamente con motores rusos AL-31F. Prueba de ello son las
grandes compras regulares de esos motores en Rusia: en 2012 se selló un
contrato más de venta de ciento cuarenta motores por valor de
setecientos millones de dólares. El motor chino Taihang es comprado
asimismo por la Fuerza Aérea de China, pero sigue teniendo
características insatisfactorias en lo concerniente a su fiabilidad y
recursos. Entre otras cosas, puede volar una media de no más de
trescientas horas hasta su reparación capital, o sea varias veces menos
que su análogo ruso.
Por último, el propio intento de
comparar el J-15 y el Su-33 es absurdo. El Su-33 es considerado por la
Armada rusa como un avión carente de perspectivas, sujeto a ser dado de
baja en 2015. Será sustituido por los cazas MiG-29K y MiG-29 KUB, que
están siendo construidos. Estos aviones, con una masa considerablement e
menor, poseen posibilidades de combate más amplias. Sería apropiado
cotejar con estas aeronaves el novísimo caza chino.
De
hecho, los nuevos cazas rusos tienen poco de común con el MiG-29 que se
fabricaba en las décadas de 1980 y 1990. Han sido modificada la
aviónica y el fuselaje también. El avión está dotado de un sistema
cuadruplicado de mando digital a distancia y cerca de la mitad de la
superficie de su fuselaje corresponde a composites o resinas compuestas.
El avión es capaz de repostarse en vuelo o repostar a otros aviones.
Esto también podía hacerlo el Su-33, pero nada se sabe de tales
capacidades del J-15. El MiG-29K lleva una carga mayor de armamento y su
surtido es más amplio, incluyendo misiles antibuque y bombas
dirigibles. Otro factor importante es que el MiG-29K, a diferencia del
J-15, que aún está siendo probado, ya se produce en serie y es
suministrado a la Marina rusa y además se exporta a la India.
La voz de Rusia
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