Militares
norteamericanos informaron sobre otro lanzamiento del avión
hipersónico no tripulado X-51A
WaveRider, capaz de alcanzar una velocidad seis veces mayor que la
velocidad del sonido. Las pruebas, como en ocasiones anteriores, no
obtuvieron éxito, pero no se habla de suspender el programa.
¿Cuál es el grado de amenaza de esta tecnología?
Es demasiado pronto para evaluar el peligro que puede
entrañar. No se sabe a ciencia cierta cuáles son los planes estadounidenses con
respecto a esta tecnología. Si el avión estuviese equipado con armas
convencionales, en lugar de cabezas nucleares, se trataría de un recurso de la
llamada estrategia de ataque global rápido. En este caso, sería menos peligroso
para Rusia.
Si estos sistemas estuvieran equipados con armas nucleares,
sería un motivo de gran preocupación en Rusia. Quiero decir, sin embargo, que
Rusia también está trabajando en el desarrollo de esta tecnología hipersónica.
Es más, ya hemos realizado pruebas, una de las últimas en 2011. Nuestro
experimento no fue del todo exitoso, pero se están efectuando investigaciones
en campos científicos desconocidos, por eso no se pueden conseguir avances
inmediatos.
Rusia no se ha quedado rezagada en este ámbito, nos
encontramos aproximadamente al mismo nivel. Aunque los norteamericanos, por supuesto, pueden invertir grandes recursos. Hay
que suponer que ambas partes continuarán trabajando en esta dirección.
¿Cuál es el principal problema para la creación de este
prototipo?
El problema consiste en garantizar la estabilidad de la estructura, que debe soportar unas
condiciones térmicas y de fricción que surgen como resultado de las altas
velocidades. El aparato se calienta, el material que se ha utilizado para su construcción,
por lo vista, pierde estabilidad y se desintegra.
Cuando el equipamiento esté desarrollado, ¿habrá algún
impedimento para el empleo de armas nucleares?
Por supuesto, es posible. Pero no se puede afirmar que los
norteamericanos hayan anunciado algo a este respecto. Si nos basamos en las
declaraciones oficiales, estos medios no se destinarán al uso de armamento
nuclear. Dicen que el avión se está desarrollando para atacar objetivos
puntuales con armas convencionales. Pero resulta difícil creerlo.
En el caso de que estas aeronaves estén equipadas con armas
nucleares, ¿hasta qué punto pueden ser más peligrosas que los misiles
balísticos intercontinentales?
El efecto hipersónico consiste en que un avión pueda volar a
una altura de 80, 100 kilómetros o más. Esto
dificulta la detección del objeto por los sistemas de defensa aérea. Por
eso, el proyecto es útil. Un cohete equipado con esta tecnología sería difícil
de interceptar. Es capaz de alcanzar un objetivo con mayor fiabilidad que un
cohete balístico intercontinental, cuya trayectoria puede ser calculada,
permitiendo la intercepción a través del sistema de defensa antimisiles.
Aunque sea en fase experimental, ¿existen sistemas para
luchar contra este tipo de misiles?
Todavía no. Este tipo de tecnología se desarrolla cuando hay
una amenaza real. Cuando eso ocurre hay que crear un nuevo sistema. Tal vez ya
se haya propuesto trabajar en este sentido, pero no sé nada al respecto.
Los sistemas de defensa antiaérea y antimisiles, presentes en
los equipamientos de los ejércitos más avanzados del mundo, ¿son capaces de
contrarrestar, de alguna manera, estos misiles?
Todavía no se puede combatir este tipo de equipamiento. Ni
los Estados Unidos ni Rusia. Por eso, el desarrollo de esta tecnología es
prioritario, porque deja obsoletos los sistemas de defensa antimisiles
existentes hoy en día. Pero es cuestión de tiempo. Es una lucha incesante: si
alguien se adelanta, otros lo alcanzarán.
Artículo publicado en ruso en Vzgliad.
Fuente Rusia Hoy
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