El viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Andrei Denisov, calificó
hoy de emociones políticas las declaraciones sobre la posible
intervención militar extranjera en el conflicto en Siria.
“Plantear la cuestión sobre la injerencia exterior es más bien una
manifestación de emociones políticas que un análisis y un enfoque
equilibrado”, dijo Denisov al comentar las recientes declaraciones del
presidente francés, Francois Hollande, quien no descartó la posibilidad
de la injerencia militar en Siria.
Anteriormente, el líder francés manifestó que los países europeos
intentarán convencer a China y Rusia en el Consejo de Seguridad de la
ONU para que apoyen sanciones más duras contra Damasco.
Según el vicecanciller ruso, es necesario tomar en serio las
respectivas declaraciones, no obstante hace falta conservar la sensatez y
la idea clara de la situación en Siria, recordando que “lo principal es
no causar daño”.
Desde hace un año, Siria es escenario de enfrentamientos armados
entre las fuerzas de seguridad y la oposición que causaron más de 9.000
muertos, según estimaciones de la ONU. Por su parte, las autoridades del
país reportan más de 2.500 muertos entre militares y agentes del orden
público y al menos 3.200 muertos entre la población civil.
A mediados del pasado mes de abril, el primer grupo de observadores
de la ONU llegó al país árabe para controlar el alto el fuego declarado
como parte del plan de paz del enviado especial de la ONU y la Liga
Árabe para Siria, Kofi Annan.
Los pasados 25 y 26 de mayo más de un centenar de personas, entre
ellas mujeres y niños, murieron masacradas en el poblado sirio de Hula.
El Consejo de Seguridad de la ONU condenó el ataque en una reunión
urgente convocada el 27 de mayo.
Las autoridades sirias niegan su implicación en la matanza y culpan a
los militantes islamistas. El ataque se produjo la víspera de la visita
de Annan a Damasco.
Fuente Ria Novosti
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