miércoles, 30 de mayo de 2012

EEUU advierte de que una intervención militar agravará el caos y la violencia en Siria

Estados Unidos no descarta ninguna solución a la crisis de Siria, aunque advierte de que la militarización de su conflicto recrudecería el caos y la violencia en el país, por lo que apuesta por continuar presionando al régimen de Bashar Asad, declaró anoche el portavoz oficial de la Casa Blanca, Jay Carney.
“Nunca nos hemos negado a considerar ninguna opción, aunque no creemos que la militarización de la situación en Siria sea una solución correcta. Estamos convencidos de que ello conduciría a un mayor caos y un mayor derramamiento de sangre”, manifestó Carney.
Indicó además que Washington mantiene contacto con todos los aliados y el Consejo de Seguridad, apoya el plan del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, y aún confía en que la presión sobre el régimen de Asad dé resultado.
La presión internacional al régimen sirio aumentó después de que más de cien personas, entre ellos mujeres y niños, fueran asesinadas los pasados 25 y 26 de mayo en la localidad siria de Hula. La mayoría de las víctimas fueron tiroteadas a bocajarro y el resto murieron a causa de un bombardeo artillero, según datos de la misión de observadores de la ONU.
Como parte de esa presión, muchos países occidentales como EEUU, Reino Unido, Italia, España, Canadá, Francia, Alemania, Australia, Bélgica o Países Bajos anunciaron el pasado martes que expulsan a los embajadores sirios.
La matanza de Hula fue condenada “en los más firmes términos” por el Consejo de Seguridad de la ONU que se reunió en una sesión extraordinario el domingo pasado. No obstante, el Gobierno sirio negó toda responsabilidad en lo sucedido y acusó de la masacre a grupos islamistas.
Desde hace un año, Siria es escenario de enfrentamientos armados entre las fuerzas de seguridad y la oposición que causaron más de 9.000 muertos, según estimaciones de la ONU. Por su parte, las autoridades del país reportan más de 2.500 muertos entre militares y agentes del orden público y al menos 3.200 muertos entre la población civil.
A mediados del pasado mes de abril, el primer grupo de observadores de la ONU llegó al país árabe para controlar el alto el fuego declarado como parte del plan de paz del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan.
Fuente Ria Novosti

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