La ciudad de Sarov que en la época soviética constituía un gran secreto
de estado y se denominaba Arzamás-16, es donde se empezará a construir
la mayor instalación láser del mundo, la UFL-2M, con una doble función, y
donde se está organizando la producción de superordenadores con un
rendimiento único.
Tal y como ha comunicado a RIR el director científico del Centro Federal
Nuclear de Rusia del Instituto de Investigación y Ciencia de Física
Experimental, el académico Radi Ilkáiev, la potencia proyectada de la
instalación láser es de 2,8 megajulios, es decir, supera la potencia de
la instalación análoga en Estados Unidos y la que se está construyendo
en estos momentos en Francia. “El complejo científico que estamos
creando está pensado para llevar a cabo actividades en el ámbito de la
síntesis termonuclear. Este tipo de investigaciones tiene tanto
objetivos militares como prometedoras aplicaciones civiles”, explica el
académico. “Por lo tanto, incluso a la hora de elegir el sitio hay que
pensar en no crear obstáculos artificiales que impidan la participación
de especialistas extranjeros, con el fin de poder llevar a cabo estudios
y experimentos conjuntos”.
Dossier
El parque tecnológico de Sarov fue fundado en 2004 con la participación
de la Corporación de Finanzas y Acciones del Sistema, Rosatom y la
administración de la región de Nizhni Nóvgorod. Uno de los primeros
residentes ha sido la empresa Intel, cuya petición facilitó que fueran
construidos los primeros edificios. Ahora el parque tecnológico posee un
complejo de edificios e instalaciones que ocupan una superficie total
de alrededor de 11,5 mil metros cuadrados (hacia 2015 está previsto
ampliarla más de cinco veces, hasta los 60 mil metros). Entre los
residentes del parque tecnológico se encuentran tres docenas de empresas
de alta tecnología, tanto rusas como internacionales. Según Serguéi
Kiriyenko, Rosátom ya ha invertido en el parque tecnológico 1,5 mil
millones de rublos, y tiene previsto invertir la misma cantidad en
2012-2014.
A finales de 2011 fueron emitidas acciones adicionales de la sociedad
anónima cerrada Tejnopark Sarov. Fueron adquiridas a partes iguales (25 %
más una acción, con derecho a voto para Rosátom y Rosnano) y a un
precio de 200 millones de rublos. A la Corporación de Finanzas y
Acciones Sistema le queda el derecho a voto y un 50% de las acciones,
menos dos
La construcción de la instalación supondrá una inversión de 45.000
millones de rublos (1.500 millones de dólares americanos), y esta
estructura gigante, del tamaño de dos campos de fútbol y la altura de un
edificio de diez plantas, se construirá previsiblemente fuera del
territorio de la Zona Cerrada Administrativa y Territorial de Sarov.
El análogo de Los Álamos
Aquí, en el centro nuclear de la ciudad secreta Arzamás-16, que durante
la época soviética no existía en los mapas, se diseñó la bomba de
hidrógeno más potente del mundo bajo la dirección del académico Andréi
Sájarov en los años 50. Se dice que impresionó tanto a los
estadounidenses, que puso fin a la etapa más aguda de la Guerra Fría.
En la misma época en la que en el Laboratorio Nacional de Los Álamos, en
Estados Unidos, Robert Oppenheimer junto a un equipo internacional de
investigadores e ingenieros creaba la primera bomba atómica del mundo,
aparecía un stand de información poco usual. El título rezaba: ¿Qué es
Arzamás-16? La respuesta se daba acto seguido: “El Los Álamos ruso”.
Hoy en día, el centro científico de Sarov se dedica al mantenimiento de
la fiabilidad y seguridad del arsenal nuclear del país. Aquí se diseñan
armas de alta precisión, se llevan a cabo investigaciones para la
aplicación con fines pacíficos de la energía atómica y se desarrollan
distintas ramas de la ciencia. En total, en el centro nuclear trabajan
más de 18.000 personas entre físicos, matemáticos, ingenieros e
informáticos.
En Rusia existen más de diez ciudades cerradas, donde los mejores
investigadores crean tecnología secreta y distintos “elementos”, tanto
para fines militares como civiles, desde microsensores hasta misiles
estratégicos.
Arzamás-16 no cambió su nombre por el actual, Sarov, hasta 1992, justo
después de la visita del entonces presidente Borís Yeltsin. Tras el
desmoronamiento de la URSS, la Federación de Rusia se convirtió en el
propietario oficial del potencial nuclear y misilístico de la URSS, y se
hizo cargo de todas las responsabilidades y obligaciones
internacionales de la URSS en este ámbito.
“Rusia os necesita, y no os va a dejar solos”, dijo Borís Yeltsin
después de firmar un decreto para crear el Centro Nuclear Federal del
Instituto de Investigación y Ciencia de Física Experimental. Otro centro
nuclear análogo, creado algo más tarde en los Urales, el Instituto de
Investigación y Ciencia de Física Experimental, obtuvo el mismo estatus.
Las ciudades secretas de Arzamás-16 y Cheliábinsk-70 pasaron a llamarse
Sarov y Snézhinsk, respectivamente.
Nueva etapa
Dos décadas después de la visita de Yeltsin, prácticamente durante las
mismas fechas, en febrero, el centro de armas nucleares de Rusia fue
visitado en una misión de apoyo análoga por el todavía primer ministro y
ahora presidente electo, Vladímir Putin. La visita fue breve, pero
supuso una nueva etapa en la vida del centro de investigación.
Información adicional
Aparte de Sarov y Snézhinsk, en Rusia hay ocho Zonas Atómicas Cerradas
Administrativas y Territoriales. En ellas se concentran centros de
investigación y ciencia, organizaciones que se dedican al diseño y a la
producción relacionada con el diseño, las pruebas y la producción de
distintos tipos de armas nucleares y sus sistemas de control, así como
empresas de enriquecimiento de uranio, producción industrial de isótopos
y tratamiento de combustible nuclear usado. En estas ciudades, con su
perímetro y el interior de su territorio protegidos por tropas del
interior, viven, trabajan, estudian, construyen bonitas casas y crean
familias más de medio millón de rusos. Sólo se puede entrar en estos
territorios, por trabajo o para visitar a alguien, con un permiso
especial. Esto no sólo afecta a los extranjeros, sino a todos los
ciudadanos rusos que vivan fuera de la Zona Administrativa y Territorial
Cerrada, sin excepción.
Al primer ministro se le presentaron los resultados del trabajo en el
marco del proyecto “Tecnologías de Superordenadores y Sistemas de
Computación Grid”. En el centro no sólo se diseña una nueva generación
de superordenadores para la industria nuclear y de misiles, sino que se
crean ordenadores compactos de alto rendimiento para uso civil.
Simultáneamente, se perfeccionan métodos de simulación por ordenador y
se diseña software específico para estos objetivos.
Putin se pronunció a favor de la diversificación de la actividad del
centro, pero al mismo tiempo dejó entrever que lo más importante sigue
siendo la misión de mantener el potencial nuclear ruso en un estado
adecuado, y en base a éste, la estabilidad estratégica en un sentido
amplio. Más aún, el presidente electo declaró: “La Federación de Rusia
no tiene intención de prescindir de ninguno de los medios que sirven
para garantizar su seguridad, incluidas las armas tácticas nucleares”.
Tal y como señaló el jefe de Rosátom, Serguéi Kiriyenko, con motivo de
la visita se tomaron varias decisiones importantes para desarrollar la
industria de las armas nucleares y la infraestructura de las ciudades
aisladas.
Salir fuera del perímetro
Como alternativa a la ubicación de la mayor instalación láser del mundo,
la UFL-2M, se está estudiando el territorio del parque tecnológico de
Sarov. Creado hace unos años cerca del centro de armas nucleares como
una sociedad público-privada con la conocida compañía Corporación de
Finanzas y Acciones Sistema, no sólo pudo demostrar su viabilidad, sino
que se convirtió en una especie de “ventana abierta al mercado” para el
instituto secreto de investigación y ciencia en el ámbito nuclear, tanto
para sus diseños únicos que tienen objetivos militares, como para su
amplia aplicación civil.
“Hoy en día, nuestra tarea consiste en buscar aplicaciones comerciales a
muchos de los resultados del Centro Nuclear Federal”, afirma el
director del Centro Nuclear Federal – Centro de Ciencia e Investigación
de Física Experimental Valentín Kostiukov. “En el parque tecnológico se
llevarán a cabo proyectos demandados por el mercado y, en primer lugar,
aquellos de uso civil. Ahora cooperamos activamente con el sector
espacial y de los misiles, la construcción de aviones y automóviles, las
centrales hidroeléctricas y el sector del petróleo y del gas. Estamos
creando una instalación láser superpotente y superordenadores que
permiten simular instalaciones y procesos físicos complicadísimos”.
Los centros de armas nucleares de Rusia, Sarov y Snézhinsk, a diferencia
de los laboratorios nacionales de EE UU (Los Álamos, Livermore,
Sandia), no dispusieron de superordenadores potentes durante mucho
tiempo, pero ahora han alcanzado el nivel de su competencia. Y esto ha
ocurrido, porque en Sarov y Snézhinsk los investigadores se ocuparon de
diseñar estas máquinas por su cuenta.
“El rendimiento total de los superordenadores de ambos centros nucleares
federales fue de 2 petaflops en 2011, y es comparable a la que tiene el
complejo de armas nucleares de EE UU”, declaró Kiriyenko en la reciente
reunión del Consejo de la Federación.
En los últimos años, el centro federal de Sarov se ha convertido en uno
de los principales centros científicos de este sector. Ahora en él
funciona un superordenador cuya potencia supera el pentaflop, mientras
que hacia 2018-2020 el centro tiene intención de aumentar la potencia de
sus superordenadores hasta el hexaflop.
Actualmente, para el centro nuclear empieza la fase de producción
comercial de superordenadores. Al haber conseguido 1.600 millones de
rublos para desarrollar la tecnología, el centro tiene previsto fabricar
antes de finales del año 30 máquinas, algunas entre ellas con un
rendimiento de un billón de operaciones por segundo. Se ha creado una
una división especial para promocionarlas en el mercado.
En abril, los superordenadores de 5 tetraflops de potencia (el flop es
una unidad que se utiliza para medir el rendimiento de los ordenadores)
producidos en el centro de Sarov tendrán que pasar la certificación y
obtener la licencia que confirma que el aparato es apto para ser
producido en serie. “En total, en 2012 tenemos previsto suministrar
alrededor de 30 ordenadores con una potencia de 1,3 y 5 tetraflops para
su comercialización”, cuenta el vicedirector del Instituto de Física
Teórica y Matemática del Centro Federal Nuclear de Rusia, Rashit
Shagaliyev. “Se prevé entregar tres de estos ordenadores, de 5
tetraflops de potencia, a los clientes en agosto-septiembre”.
El precio de un ordenador de 1 tetraflop producido por el Centro
Nuclear, es de alrededor de 2 millones de rublos, el precio del de uno
de 5 tetraflops de potencia está aún sin definir. Tal y como ha señalado
el Sr. Shagalíyev, en el mercado ruso todavía no están presentes los
ordenadores de 5 tetraflops.
Fuente: http://rusiahoy.com/articles/
Visto en: http://cazasyhelicopteros.blogspot.com/
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