Rusia, sorprendida con los planes de EEUU de mantener nueve bases en Afganistán

Rusia, sorprendida con los planes de EEUU de mantener nueve bases en Afganistán
© AFP/ Noorullah Shirzada

16:03 20/11/2013

Moscú, 20 de noviembre, RIA Novosti.

Moscú está sorprendida con la decisión de EEUU de mantener en territorio afgano nueve grandes bases militares tras la retirada de las fuerzas de la OTAN en 2014, declaró hoy el enviado especial del Kremlin para Afganistán, Zamir Kabúlov.
“Por supuesto que tenemos preguntas que hacerles. ¿Para qué tiene EEUU que mantener en Afganistán nueves grandes bases militares, algo que no hay en ningún otro país?”, manifestó Kabúlov en una entrevista a la agencia RIA Novosti.
Según el emisario del Kremlin, “una red de nueve grandes bases sería capaz de ejercer una importante influencia de fuerza sobre la totalidad de la vasta región asiática y convertirse en un potente centro de operaciones en caso de alguna acción militar a gran escala, así como encajaría a la perfección en los planes norteamericanos de centrar los esfuerzos militares, diplomáticos y económicos a la región de Asia-Pacífico”.
Al mismo tiempo, Moscú espera que el posible acuerdo sobre bases militares en Afganistán tras la retirada de la coalición internacional no suponga amenaza para la seguridad de terceros países, Rusia incluida, agregó Kabúlov. Explicó a este respecto que la postura rusa consiste en que Afganistán es un Estado soberano y que por tanto tiene derecho a firmar convenios con cualquier otro país, pero que la presencia militar extranjera formalizada legalmente podría “limitar de forma sustancial la soberanía” afgana.
Por otro lado, el diplomático denunció que “varios millares de mercenarios” procedentes de Afganistán combaten actualmente en Siria, tanto en las filas del Ejército regular, como en el bando opositor. Los mercenarios afganos son ahora una “herramienta” en manos de los actores regionales que se enfrentan en el escenario del conflicto sirio, advirtió.
Según informaciones de la Inteligencia rusa, los “servicios” de unos 20.000 milicianos extranjeros que combaten en Siria están financiados con dinero proveniente de la industria afgana de la droga.