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Una bomba termonuclear de cuatro megatoneladas estuvo
a punto de explotar en Carolina del Norte en 1961 cuando cayó
accidentalmente de un avión, según rezan documentos recién
desclasificados.
Un documento secreto, obtenido por el diario británico 'The Guardian'
bajo la Ley de Libertad de Información, revela que la Fuerza Aérea de
EE.UU. perdió el control de una bomba de hidrógeno que en el caso de
explotar habría sido 260 veces más potente que el dispositivo que
devastó a Hiroshima.
Los materiales de archivo mencionan dos bombas de hidrógeno Mark 39 que cayeron accidentalmente sobre Goldsboro, Carolina del Norte, el 23 de enero de 1961, apenas tres días después de que el presidente John Kennedy pronunciara su famoso discurso de investidura.
El accidente ocurrió cuando un bombardero B-52 cayó en picado. Una de las bombas se comportó exactamente como un arma nuclear debe comportarse durante un acto de guerra: su paracaídas se abrió, activando los mecanismos internos.
Parker Jones, un ingeniero jefe de los laboratorios nacionales Sandia, responsable de la seguridad mecánica de las armas nucleares, encontró que de los cuatro mecanismos de seguridad, diseñados para evitar la detonación accidental, tres no funcionaron correctamente. Cuando la bomba cayó a tierra, una señal de disparo se envió a la central nuclear del dispositivo. Solamente el interruptor de tensión evitó el desastre.
Sus consecuencias letales podrían haber afectado a Washington, Baltimore, Filadelfia e incluso la ciudad de Nueva York, poniendo a millones de vidas en riesgo.
"La bomba MK 39 Mod 2 no tuvo un sistema de seguridad adecuado para cumplir con su papel en el B-52," concluye Jones.
En total, los periodistas de 'The Guardian' descubrieron que al menos 700 accidentes "importantes" e incidentes relacionados con 1.250 armas nucleares se registraron entre 1950 y 1968.
La bomba MK 39 Mod 2 no tenía un sistema de seguridad adecuado
Los materiales de archivo mencionan dos bombas de hidrógeno Mark 39 que cayeron accidentalmente sobre Goldsboro, Carolina del Norte, el 23 de enero de 1961, apenas tres días después de que el presidente John Kennedy pronunciara su famoso discurso de investidura.
El accidente ocurrió cuando un bombardero B-52 cayó en picado. Una de las bombas se comportó exactamente como un arma nuclear debe comportarse durante un acto de guerra: su paracaídas se abrió, activando los mecanismos internos.
AFP
Parker Jones, un ingeniero jefe de los laboratorios nacionales Sandia, responsable de la seguridad mecánica de las armas nucleares, encontró que de los cuatro mecanismos de seguridad, diseñados para evitar la detonación accidental, tres no funcionaron correctamente. Cuando la bomba cayó a tierra, una señal de disparo se envió a la central nuclear del dispositivo. Solamente el interruptor de tensión evitó el desastre.
Sus consecuencias letales podrían haber afectado a Washington, Baltimore, Filadelfia e incluso la ciudad de Nueva York, poniendo a millones de vidas en riesgo.
"La bomba MK 39 Mod 2 no tuvo un sistema de seguridad adecuado para cumplir con su papel en el B-52," concluye Jones.
En total, los periodistas de 'The Guardian' descubrieron que al menos 700 accidentes "importantes" e incidentes relacionados con 1.250 armas nucleares se registraron entre 1950 y 1968.
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/106365-bomba-termonuclear-eeuu-carolina-hidrogeno
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