Al mismo tiempo, por más enojados que se
sientan los europeos con sus amigos estadounidenses, Bruselas no deja de
aseverar a Washington de que no le ha perdido confianza.
En
realidad, la creación de una inteligencia única es un intento de
contrarrestar el reto de la globalización. Otra cosa que esta decisión
tiene evidentes motivos políticos. Los europeos deben reaccionar de
alguna manera a las revelaciones de Edward Snowden que sin duda son
humillantes para Europa.
El director de la revista Rusia en la política global, Fiódor Lukiánov, comenta:
–Los
europeos quedan notablemente decepcionados desde que se han publicado
los hechos de control y vigilancia total por parte de EEUU contra sus
aliados. Tienen que reaccionar de alguna manera. En parte, porque así lo
exige la opinión pública, y en parte, porque los políticos europeos
quieren mostrarse independientes de EEUU. Sin embargo, Europa no dispone
de opciones reales para lograrlo. El mismo hecho de que la nueva
estructura estaría supeditada a la Alta Representante para Asuntos
Exteriores, Catherine Ashton, indica que el plan carece de mucha
consistencia. Es obvio que las élites políticas europeas pretenden
demostrar a EEUU que tampoco son unos ineptos. Pero no creo que el nuevo
servicio sea realmente poderoso.
Si los europeos
logran crear un sistema de inteligencia único, éste será el primer
organismo de inteligencia supraestatal en su historia. Pero antes,
tienen que solucionar toda una serie de importantes tareas prácticas de
cooperación. No cabe duda de que un alto nivel de integración
contribuiría a liminar muchas barreras formales. Pero Europa sigue
siendo un conglomerado de países independientes. Y un servicio de
inteligencia único con atribuciones reales significaría para ellos una
pérdida parcial de soberanía, aclara la directora del Centro de
Seguridad Europea, Tatiana Parjálina:
–La
nueva agencia de inteligencia europea no estaría en las antípodas de
EEUU. Porque existen ciertos acuerdos. Y a pesar de los disgustos
provocados por las escandalosas revelaciones de Snowden, los europeos no
tienen la intención de ir contra EEUU. En cualquier asunto hace falta
la voluntad política. Si la hay, todo es posible. Pero todos los
intentos anteriores de crear una institución de fuerza dentro de la UE
capaz de competir con EEUU terminaron en nada.
Resumiendo,
los estadounidenses han puesto a sus socios europeos en una situación
ridícula. Tal vez, sin haberlo querido. Simplemente, no pensaban que
espiar a los amigos es malo. Pero este es un mal consuelo para Europa.
Los líderes europeos acosados de preguntas sin clemencia por parte de la
opinión pública y la oposición apenas si saben cómo responderlas de
manera clara y precisa.
La voz de Rusia
No hay comentarios:
Publicar un comentario