Valeri Guerásimov, Serguei Shoigu y Vladímir Putin
© RIA Novosti. Mikhail Klementiev
© RIA Novosti. Mikhail Klementiev
23:05 06/06/2013
El presidente Vladímir Putin afirmó hoy que Rusia no restablece su presencia naval permanente en el Mediterráneo para “blandir armas” sino para garantizar sus intereses en una zona de importancia estratégica.
El Mediterráneo “es una región de importancia estratégica en la que tenemos intereses relacionados con la seguridad nacional”, resaltó Putin al visitar este jueves el Puesto de Mando Central del Estado Mayor del Ejército.
“No blandimos armas al restablecer la presencia naval permanente en el Mediterráneo”, dijo el presidente al recordar que Rusia coopera en esta zona con los países de la OTAN, en particular, en la lucha contra la piratería.
Actualmente, Rusia mantiene en el Mediterráneo un grupo de 16 buques de superficie y tres helicópteros.
“El grupo operacional ya está formado y acometió el 1 de junio el cumplimiento de sus misiones en el Mediterráneo”, señaló el viceministro de Defensa y jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov.
Esta escuadra está subdividida en cuatro grupos tácticos que se emplazan en el oeste y en el este del Mediterráneo. Planean realizar ejercicios de artillería y lanzamientos de misiles, así como hacer visitas a puertos de Chipre, Malta y otros países de la zona, contó el jefe del grupo, capitán de navío Yuri Zemski, en una videoconferencia con Moscú.
Además de exhibir la bandera de Rusia en el Mediterráneo y garantizar la seguridad de la navegación, la escuadra “está preparada para afrontar tareas inesperadas en función de cómo evolucione la situación regional”, dijo.
Un comunicado emitido hoy por el Ministerio de Defensa precisa que la escuadra del Mediterráneo, integrada por una decena de buques de guerra, se dedicará a las tareas de defensa antimisiles, así como a la lucha contra el narcotráfico, la piratería y el terrorismo.
También cumplirá misiones de defensa antiaérea y antisubmarinos, de salvamento y rescate, y humanitarias. “En ciertas condiciones, podrá cooperar con fuerzas navales de otros países para garantizar la estabilidad en el Mediterráneo”, señala Defensa.
La escuadra incluirá cruceros del proyecto 1164 (Slava, en la clasificación de la OTAN), buques antisubmarinos del proyecto 1155 (Udaloy, para la OTAN), guardacostas del proyecto 11540 (Hawk), buques de asalto anfibio del proyecto 1171 (Alligator), 775 (Ropucha I) y 775M.
“El número de buques de guerra podrá aumentar en función de las misiones encomendadas”, según el departamento militar.
Para apoyo logístico, la Armada planea implicar también dos o tres buques auxiliares (cisternas y remolcadores de salvamento) que otras flotas rusas enviarán al Mediterráneo.
Cuando la Flota del mar Negro incorpore fragatas del proyecto 1135.6 (Krivak IV, para la OTAN), estos buques se rotarán cumpliendo misiones en el marco de la escuadra del Mediterráneo.
En el período de 1967-1992, la Armada soviética mantuvo en la zona de 30 a 50 buques que conformaban la 5ª Escuadra del Mediterráneo. Fue creada en los tiempos de la Guerra Fría como contrapeso a la 6ª Flota de EEUU.
Desde 1971, la Armada rusa dispone de una base logística y de mantenimiento en el puerto mediterráneo sirio de Tartus.
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