Foto: newsland.com
Ahora el sumergible polivalente Severodvinsk
está siendo sometido a las pruebas, que pueden durar varias semanas. Los
expertos reconocen que la entrada en servicio del submarino de cuarta
generación se ha dilatado. Es que Severodvinsk fue puesto en quilla en
1993, pero .los problemas de financiamiento que caracterizaban al
complejo militar industrial en la década de los noventa prácticamente
paralizaron los trabajos.
Durante este tiempo, los
rivales de Rusia – EEUU y Reino Unido – incorporaron a sus Fuerzas
Navales submarinos de cuarta generación: EEUU el Sea Woolf y Virginia, y
Reino Unido el Astute. La Marina rusa debe recuperar rápidamente el
tiempo perdido, dice el experto militar Víctor Baranets, más aún que los
submarinos de esta clase que prestan servicios se vuelven vetustos:
–La
importancia de la incorporación de este sumergible a la Armada obedece
asimismo a que los submarinos atómicos que agotaron sus recursos son
dados de baja y van al desguace. Disminuye el número de submarinos
atómicos operativos en Rusia y este problema debe resolverse más
rápidamente. Este sumergible debe entrar en servicio si no este año,
espero que el año que viene.
La Marina procura
recibir el primer submarino clase Yasen desde 2011. Es la cuarta vez que
este sumergible está pasando pruebas. Este caso se da con los proyectos
en que se someten a prueba nuevas tecnologías y armamento, explica el
presidente del Movimiento Nacional de Apoyo a la Flota, Mijaíl Nenáshev.
En el Severodvinsk se instalaron misiles de crucero modernizados Kalibr
y los misiles antibuque Oniks. La variante de exportación de estos
misiles denominada Yajont tiene gran popularidad en el mercado mundial.
Todo esto debe ser sometido a pruebas, subraya Nenáshev:
–Con
los primeros submarinos producidos en serie siempre hubo tales
problemas. Y nuestros vecinos del otro lado del océano también los
tienen. El mando de las Fuerzas Navales y la dirección de la industria
naviera ponen todo su empeño para llevar a este submarino a la
perfección, a fin de que sea incorporado a la Armada y no requiera
acabados adicionales.
Por eso, en palabras del
experto, en las primeras pruebas todos los bloques y sistemas han sido
probados con grandes sobrecargas. Se considera que las características
del sumergible serán muy idénticas a la de los proyectos Sea Woolf y
Virginia. Según los expertos, la Armada rusa puede recibir unos ocho
submarinos clase Yasen en los próximos años. Se trata de un importante
complemento de combate, estima Víctor Baranets, especialmente ahora
cuando la lucha por los recursos energéticos se agravará.
–Necesitaremos
estos submarinos para custodiar las zonas de nuestros intereses
estratégicos. Ante todo, tengo en cuenta el Ártico. Se está librando una
gran lucha por el Ártico. Por esa zona ya se desviven Australia y
China, lo que puede ocasionar grandes problemas en los próximos años.
La
determinación de la presencia rusa en el Ártico, en opinión de
expertos, es una tarea de extrema importancia estratégica, cuya solución
recaerá asimismo en los submarinos polivalentes de cuarta generación.
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