Foto: FSB
El embajador de EEUU en Moscú, Michael McFaul, no quiso hablar con la prensa este miércoles al salir de la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, adonde fue citado con relación a la captura de un espía estadounidense el martes. Como no estaba obligado a hacerlo, se limitó a saludar a los reporteros amablemente desde la ventana de su limusina. Hace unos veinte o treinta años semejante caso habría provocado al menos, un notable enfriamiento de las relaciones bilaterales.
El tercer secretario de la embajada estadounidense, Ryan Fogle, capturado in fraganti por agentes de seguridad nacional, fue declarado persona non grata y debe abandonar Moscú en breve.
EEUU
puede responder con la deportación de un diplomático ruso, pero también
es posible que no haga nada. Las pruebas contra Fogle son demasiado
evidentes. Por lo visto, el diplomático simplemente se pasó de la raya
actuando con excesivo descaro. Algunos expertos rusos incluso hablan de
una posible provocación contra los servicios secretos de Rusia
obligándolos a reaccionar impulsando un escándalo de espías en momentos
cuando las relaciones entre Washington y Moscú empiezan a dar muestras
de mejoría.
He aquí lo que dice al respecto el director general del Centro de Información Política, Alexéi Mujin:
–Es
poco probable que este caso afecte las relaciones ruso-estadounidenses
al máximo nivel. Es un incidente bastante desagradable, pero también un
poco ridículo. El espía estadounidense es muy joven y poco experto.
El
conocido analista político ruso Borís Mezhéev comparte esta opinión
considerando que el caso difícilmente acabaría en un escándalo similar a
los que a menudo estallaban en el pasado entre Washington y Moscú. Ha
cambiado la calidad de las relaciones bilaterales, dijo el experto a La Voz de Rusia:
–Estamos
en otro tiempo. Incluso tengo la sensación de que las relaciones
diplomáticas y las escandalosas revelaciones de todo tipo son dos
procesos independientes y paralelos. Que las soluciones geopolíticas y
económicas son una cosa, y los escándalos de todo tipo, incluidos los de
espías, otra, bien distinta. La situación mundial es tan complicada que
ninguna de las partes, ni EEUU, ni Rusia, se permite adoptar una
actitud demasiado dura.
Sabemos que Vladímir Putin y
Barack Obama sostendrán conversaciones durante la cumbre del G-8, los
días 17 y 18 de junio, en Irlanda del Norte, y luego se reunirán en
septiembre, en San Petersburgo, durante la cumbre del G-20.
La voz de Rusia
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