Foto: Ria Novosti
El primer ministro de Serbia, Ivica Dačić, se reunió en Moscú con el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y sostuvo negociaciones con su homólogo ruso, Dmitri Medvédev. La parte rusa aseguró a Serbia estar dispuesta a prestarle apoyo político y financiero.
Como resultado de la visita, se firmó un conjunto de
acuerdos importantes, en la esfera de la cooperación bilateral, entre
ellos el relativo a la concesión al país de unos quinientos mil millones
de dólares.
El primer tramo del préstamo, equivalente a
unos trescientos mil millones de dólares, ha de ser transferido a
Belgrado justo después de las negociaciones con el primer ministro ruso,
Dmitri Medvédev. Las condiciones de la concesión del crédito fueron
calificadas por Medvédev como buenas, por ser menos estrictas que las
habituales en el mercado. Ello se debe a varios factores. En primer
lugar, a las relaciones de amistad que unen históricamente a los dos
pueblos. La toma de dicha decisión estuvo muy influenciada por el
delicado estado de la economía serbia y por la crisis que está azotando,
en la actualidad, a los países del espacio comunitario.
Las
partes acordaron que Rusia asumirá todos los gastos en la construcción
del tramo serbio del gasoducto South Stream, por un valor de mil
setecientos millones de euros. A modo de compensación, Serbia concederá a
Moscú un descuento en las tarifas para el tránsito de gas por su
territorio. “En este periodo de crisis económica es muy importante
llevar a cabo nuevos proyectos de inversiones”, subrayó Dmitri Medvédev.
—De
momento, ni Serbia ni Rusia forman parte de la Unión Europea, de modo
que la recesión no nos afecta directamente. Aunque, por supuesto, causa
estragos en las finanzas internacionales y la economía mundial. Nuestro
país amigo, Serbia, solo presenta un crecimiento anual superior a un 2
%, hecho que es de su agrado. En Rusia contamos con alcanzar el 3.5 %,
aunque no estamos muy satisfechos. Pero, en todo caso, es un crecimiento
y no una recesión como en la Unión Europea. Y, precisamente, por esta
razón, es necesario crear nuevos proyectos de inversión y buscar nuevos
motores de crecimiento. Entre estos proyectos de gran potencial que
impulsarán el desarrollo del sector de la energía se encuentra el South
Stream.
La condición especial de las relaciones
ruso-serbias se dejaba sentir durante la rueda de prensa final. El
primer ministro serbio, con frecuencia, comenzaba a hablar en ruso y
corregía al traductor, si este fallaba en la traducción de las
manifestaciones de la más sincera amistad. Ivica Dačić agradeció a Moscú
y al pueblo ruso su postura inalterable respecto a Kosovo y señaló que,
en el futuro, sostendrá consultas con Rusia sobre la marcha de las
negociaciones con Pristina.
—Si queremos que Rusia
participe en el proceso de forma activa, hemos de consultar con ella
cualquier paso que demos, sin tomar decisiones unilaterales cuyas
consecuencias son difíciles de corregir. Como, por ejemplo, la
presentación de una solicitud a la Asamblea General de la ONU, para que
las negociaciones con Kosovo se celebren en el marco de la UE. En la
actualidad, Serbia solicita su vuelta al marco de la ONU. El derecho
internacional no es ningún juego de niños. De modo que tenemos que
evaluar nuestras fuerzas y posibilidades y seguir avanzando en la
solución de este problema.
Los periodistas serbios
preguntaron a Dmitri Medvédev sobre la ayuda concreta, en la solución
del problema de Kosovo que podría esperar de Moscú el pueblo serbio. El
primer ministro ruso subrayó que Rusia ha apoyado, y seguirá apoyando, a
Serbia en su postura respecto a Kosovo, pero es el pueblo serbio el que
ha de aplicar esfuerzos para dar solución a este problema.
La voz de Rusia
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