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Rusia prepara escuela para robots
Un laboratorio de robótica se está creando en Kaliningrado, enclave ruso entre Polonia y Lituania.
Profesores y alumnos de la Universidad Federal del
Báltico se encargarán de enseñar a robots habilidades propias del ser
humano. Todos ellos confían en que de aquí en dos décadas los androides
podrán reemplazar a los astronautas.
La ventaja del androide ante los demás tipos de robots
consiste en tener las mismas proporciones que un ser humano: es bípedo,
posee dos manos mecánicas y un motor en lugar del corazón. En otras
palabras, está provisto de dispositivos que le permiten diferenciar
imágenes, identificar a personas y orientarse en el espacio. Un robot de
ese tipo está en condiciones para trabajar en órbita, dijo a La Voz de Rusia el rector adjunto de la Universidad Federal del Báltico para el desarrollo innovador, Timur Gareev:
–El androide es idóneo para esta labor porque puede
utilizar los mismos instrumentos y accesorios que el ser humano. No
hace falta enviarle a la estación orbital taladros, mandriles u otras
herramientas de diseño especial. Lo que hay que hacer es enseñarlo a
cumplir bien las operaciones requeridas.
En la Universidad del Báltico van a estudiar dos
“alumnos” androides. Uno de ellos es extranjero, un androide programable
francés del modelo NAO. Es una plataforma universal para estudios de
robótica que se usa en muchos centros docentes nacionales y extranjeros.
El otro “alumno” es ruso”. Es el favorito de la Universidad del
Báltico. El robot único AR-600 desarrollado por el centro
científico-industrial ruso Tecnologías Androides. Es un robot humanoide
con inteligencia artificial y habilidades de posicionamiento y
comunicación. La Universidad del Báltico lo incorpora a su matrícula a
partir de marzo. Será la única en tener un androide de ese tipo. El
laboratorio que se está creando servirá justamente para desarrollar las
habilidades de los robots antropomorfos, explica Timur Gareev:
–Es un laboratorio especial para que el androide
pueda mejorar sus habilidades y aprender nuevas técnicas. El trabajo
abarcará la totalidad del sistema, desde los equipos de navegación,
posicionamiento, estabilización y prensión hasta el software,
inteligencia y otras características.
Aunque la robótica está en boga, el esfuerzo
investigador se centra principalmente en mecatrónica: el desarrollo de
robots para tareas específicas, como un carrito automotriz para remover
escombros en plantas nucleares accidentadas o manipuladoras de líneas
automáticas de producción. Muy pocos investigadores se ocupan de la
inteligencia artificial, y menos aun, de la de los androides. Ésta tarea
es muy complicada, aclara el experto:
–Uno puede desarrollar la inteligencia artificial
fuera de un robot humanoide. Simplemente estudiar el funcionamiento de
las neuronas del celebro en modelos matemáticos de laboratorio. Esto se
enmarca en el concepto de inteligencia artificial. El punto es que si
uno se enfrenta a una máquina de proporciones similares al ser humano,
esto es algo muy distinto de los carritos y sensores. Es sistema es
diferente, es necesario lograr que no se caiga e imita los movimientos
humanos aprendiendo.
Para los científicos de la Universidad Federal de
Báltico, un robot es algo más que un robot. Es todo un polígono de
pruebas para buscar solución a cientos y miles de tareas de matemáticas
aplicadas e ingeniería.
La voz de Rusia
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