lunes, 11 de febrero de 2013

En opinión de expertos rusos, la incipiente explotación comercial del sistema de navegación chino Beidou y el desarrollo dinámico del mismo no conlleva peligro alguno para su homólogo ruso GLONASS.


El sistema Beidou que viene desarrollándose desde comienzos del siglo XXI, primeramente estaba muy atrás de la competencia. Sus satélites de primera generación no estaban dotados de relojes nucleares de gran precisión con los que cuentan GPS y GLONASS. Por añadidura, los propios satélites eran pocos. En 2012 China disponía ya de dieciséis satélites lo que permitió iniciar el funcionamiento pleno de Beidou en la región asiática del Pacífico. Al decir de los responsables chinos de este proyecto, para 2020 el total de satélites alcanzará la cifra indispensable de 30-35, mientras que el sistema llegará a cubrir el globo terráqueo.
Los analistas evalúan altamente el potencial del sistema de navegación chino y advierten que China estará en condiciones de asegurar la cobertura global incluso antes de 2020.

El primer satélite de GLONASS fue colocado en órbita en octubre de 1982 en lo que era entonces la Unión Soviética, mientras que en diciembre de 1995 el sistema disponía ya de los veinticuatro satélites previstos. Por sus características técnicas el sistema chino todavía queda rezagado de la competencia. Actualmente la exactitud de la señal de Beidou es de diez metros en territorio de China y de veinte metros en los territorios limítrofes. La exactitud de GLONASS que ahora es de 2,8 metros, llegará a 0,6 metros para 2020. Así que en el presente el sistema Beidou no es competencia para su homólogo ruso GLONASS, pero podría llegar a serlo perfectamente en el futuro.

La navegación global facilita la colaboración que trasciende fronteras estatales, pero cualquier sistema de este tipo tiene presente el aspecto militar. Esto puede dificultar e incluso impedir la colaboración de distintos sistemas de navegación o países, manifestó Piotr Topichkánov, experto del Fondo Carnegie, a La Voz de Rusia:

—Tenemos a la vista un ejemplo de la colaboración fructífera que se está implementando entre Rusia y la India en lo que hace al aprovechamiento del sistema GLONASS. La India que barajaba diferentes opciones incluyendo el sistema de navegación norteamericano, finalmente se decantó a favor de Rusia. En la India se temía que de producirse discrepancias con EEUU, éste país marginase a la India del sistema GPS por razones políticas.

El año pasado Moscú y Pekín aprobaron un programa de cooperación espacial en los años 2013-2017 y empezaron a coordinar sus acciones en lo referente a los sistemas de navegación por satélite GLONASS y Beidou. Los analistas rusos consideran poco probable una colaboración a fondo y menos aun la asociación de GLONASS y Beidou. Más bien las partes llegarían a colaborar en la fabricación de receptores GLONASS/Beidou aprovechando la base industrial china.
En opinión de Piotr Topichkánov, Rusia debe seguir de cerca el desarrollo del sistema Beidou en sus aspectos civil y militar. Al decir de este experto, en su día la parte china intentó hacerse ilegalmente con secretos militares y espaciales rusos, clonaba ampliamente y sigue clonando trabajos de desarrollo técnico-militar rusos. Esta circunstancia impone restricciones a la colaboración bilateral en materia de navegación global.

A juicio de otros expertos rusos, el sistema de navegación chino Beidou lejos de ser una amenaza se presenta como un aliado en potencia del sistema ruso GLONASS. "La humanidad avanza hacia un equipo de navegación multisistémico tanto en el mercado de equipo profesional como en el mercado de consumo", - afirma Alexéi Kutsenko, director técnico de un importante holding ruso que opera en el mercado de monitoreo por satélite. Y agrega que cuanto más sean los sistemas capaces de apoyar al equipo del consumidor, tanto más provecho sacarán todas las partes interesadas.

La voz de Rusia

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