Corea del Sur no planea de momento un ataque preventivo contra el polígono nuclear
norcoreano de Punggye-ri pero tampoco descarta tal posibilidad si la
situación cambia, advirtió el jefe del Estado Mayor Conjunto de las
Fuerzas Armadas de Corea del Sur, el general Jung Seung-jo, citado hoy
por el diario surcoreano Chosun Ilbo.
Al intervenir la víspera ante el comité parlamentario de defensa, Jung Seung-jo admitió que Seúl asestaría un golpe ante “un claro signo de que el enemigo usa un
arma nuclear”, pero no planea por ahora un ataque preventivo contra el
polígono de Punggye-ri, en la costa nororiental de Corea del Norte.
“Podemos cambiar de idea si la situación cambia”, agregó.
Cuando el jefe del comité le preguntó por el riesgo de un conflicto
bélico a gran escala, respondió que “sería mejor destruir las armas
nucleares del Norte que ser atacados, asumiendo que ello conducirá a una
guerra en cualquier caso”.
El general considera que Pyongyang planea ensayar próximamente “un
arma de fisión intensificada”, una bomba nuclear que contiene pequeña
cantidad de combustible de fusión para incrementar la potencia de la
reacción de fisión.
Gracias a ello es posible también disminuir a menos de una tonelada
el peso del arma nuclear y reducir su tamaño al de la ojiva de un misil.
“Es el objetivo que se persigue cuando uno desarrolla armas
nucleares. Creo que el Norte ha hecho un gran avance en esta dirección”,
dijo Jung Seung-jo.
Corea del Norte se proclamó potencia nuclear en 2005 y hasta la fecha
llevó a cabo dos pruebas nucleares subterráneas, en 2006 y en 2009, que
le valieron una condena enérgica por parte de la comunidad
internacional.
Las resoluciones 1718 y 1874 del Consejo de Seguridad de la ONU,
exigieron a Corea del Norte suspender sus pruebas nucleares y
lanzamientos de misiles de largo alcance, renunciar al desarrollo de
armas nucleares y reanudar las negociaciones a seis bandas (ambas
Coreas, China, EEUU, Japón y Rusia) sobre la desnuclearización de la
península de Corea.
El pasado 13 de abril, Corea del Norte desafió la prohibición
internacional lanzando el cohete Unha-3 con el satélite
Kwangmyongsong-3. Minutos después de ser lanzado, el cohete se
desintegró y cayó al mar Amarillo. El lanzamiento siguiente, el 12 de diciembre de 2012, fue un éxito.
Como consecuencia, el Consejo de Seguridad de la ONU exhortó a
endurecer las sanciones internacionales contra Pyongyang pero el régimen
norcoreano amenazó con realizar una prueba nuclear y reafirmó su
rechazo a la reapertura del proceso negociador a seis bandas.
Ria Novosti
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