El secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev, manifestó que las partes acordaron coordinar sus acciones en dicha esfera, en sus recientes conversaciones en Pekín
Se trata de una declaración sin
precedente. Antes, Moscú decía que estaba tomando en consideración las
aseveraciones estadounidenses de que la DAM asiática no apuntaría contra
Rusia. Pekín fue más directo en sus comentarios. Los argumentos de que
la DAM se está creando con el único fin de proteger al Japón y Corea del
Sur de los misiles norcoreanos no le convencen en absoluto. China se ha
dado cuenta de que EEUU se apresura a rodearla con el segmento asiático
de la DAM. Justamente los misiles chinos y rusos serán objetivo
potencial de los Patriot estadounidenses instalados en los destructores
japoneses provistos del sistema Aegis. De ahí, la necesidad de cooperar
en la búsqueda de respuestas adecuadas a las acciones de EEUU, explica
el director del Centro de Pesquisas y Previsiones Políticas, Andrei
Vinográdov:
—Se
trata de un problema realmente grave que no se limita exclusivamente a
la fecha y la forma del despliegue de la DAM, sino que incluye también
la respuesta que se dará a este despliegue. Si Rusia y China se ponen de
acuerdo para contrarrestar en conjunto los componentes ya existentes de
la DAM, esto sería una muestra muy clara de la profunda confianza que
tenemos para colaborar y un indicio del posible desarrollo de la
situación regional.
El secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev, precisó que, a la hora de dar solución a esta tarea, las partes también tomarán en consideración los intereses de otras fuerzas presentes en la región de Asia-Pacífico, refiriéndose, en primer término, al Japón y Corea del Sur. Por lo tanto, podemos suponer que la DAM asiática formará parte de la agenda de conversaciones desde los primeros contactos de la dirección rusa con los nuevos líderes de dichos países. Y que China procederá de la misma manera en sus consultas con los vecinos asiáticos.
A Tokio, Seúl y Canberra
que ya han dado su visto bueno para el despliegue de los componentes
asiáticos de la DAM global de EEUU en sus respectivos territorios, les
convendría estudiar las experiencias de Polonia, República Checa y
Rumania que en su tiempo hicieron oídos sordos a la preocupación de
Moscú por el despliegue de radares antimisiles norteamericanos en
Europa. Solo cuando Moscú advirtió que podría responder con el
despliegue de sus novísimos misiles balísticos en el noroeste de Rusia,
los europeos se pusieron a pensar en la vulnerabilidad de su propia
seguridad.
Esta situación puede repetirse en Asia,
si Tokio, Seúl y Canberra tampoco prestan oídos a las inquietudes
conjuntas de Moscú y Pekín ante la creación del segmento asiático de la
DAM global por parte de EEUU. Las consultas ruso-chinas sobre la
seguridad estratégica celebradas en Pekín son una señal muy clara de que
las partes han comenzado a coordinar sus acciones.
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