El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, negó hoy que
Rusia y Kazajstán tengan serias discrepancias sobre la base espacial de
Baikonur y dijo que alguien quería "hacer de una pulga un elefante".
Varios medios de prensa informaron ayer que Rusia podría abandonar
los proyectos espaciales conjuntos con Kazajstán por limitar este país
el número de lanzamientos desde la base espacial rusa de Baikonur,
situada en territorio kazajo.
"No sé quien publicó esa nota. Los diplomáticos utilizamos las notas
como una forma de comunicación y desconozco a quien se le debe esta
filtración. Alguien quería hacer de una pulga un elefante", dijo Lavrov
al término de las conversaciones con su homólogo de Kazajstán, Yerlan
Idrisov.
La nota publicada decía que Rusia puede renunciar a todos los proyectos espaciales conjuntos, incluidos el programa Dniéper
(prevé utilizar como lanzadores misiles retirados del servicio) y el
proyecto Baiterek (creación en Baikonur de una nueva base espacial
conjunta).
Con anterioridad, el Gobierno de Kazajstán aprobó para 2013 el plan
de lanzamientos desde Baikonur y limitó su número a 12 (14 el año
anterior). Rusia, entretanto, tenía previsto realizar 17 lanzamientos
espaciales en 2013.
Rusia y Kazajstán utilizan conjuntamente la base espacial de Baikonur
desde 1999. En enero de 2004, el Gobierno kazajo prorrogó hasta 2050 el
arriendo de esta base a Rusia, por el que cobra anualmente 115 millones
de dólares.
Ria Novosti
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