El caza de combate americano F-35 Lighting II,
actualmente en desarrollo, no fue capaz de soportar la caída de un rayo.
A esta conclusión llegó la dirección de prueba y evaluación (OT&E)
del Pentágono.
Junto a los
defectos del mal concebido sistema de defensa de los aparatos
electrónicos de a bordo contra los relámpagos, el caza también tiene un
sistema muy débil de generación de gases inertes (OBIGGS) que es el
responsable de rellenar con gases de este tipo los volúmenes que se van
liberando en los tanques de combustible y mantener en ellos un bajo
nivel de oxígeno. En las zonas de frecuente actividad de tormentas
eléctricas, donde constantemente está variando la presión atmosférica,
el sistema puede fallar.
Mantener el nivel de
oxígeno constantemente bajo en los tanques de combustible es
imprescindible para evitar la explosión del motor e incluso de los
mismos tanques en el caso de que reciba la descarga de un rayo.
La voz de Rusia

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