El gigante automovilístico ruso Kamaz está dotando sus fábricas de camiones con las más avanzadas tecnologías de robots industriales.
La inteligencia artificial
controlará la calidad de las piezas, detectando los defectos y
reparándolos mediante soldadura láser.
Esta línea
única de maquinado de metales no tiene análogos a nivel mundial. Hay
sistemas parecidos en el Japón, pero solo pueden con las piezas de menos
de doscientos gramos. En cambio, el equipo ruso podrá procesar las
unidades de veinte a cincuenta kilogramos. Los robots de la tercera
generación dotados de una plataforma móvil han recibido el nombre de
“hexápodos”. Su memoria contiene la información de mil quinientos
defectos de metal: fisuras, grietas, etc. La máquina verificará las
deficiencias y seleccionará por sí sola la solución adecuada.
Kamaz
hizo bien al optar por las tecnologías de vanguardia, señala nuestro
experto Dmitri Mijáilov, de la Universidad Nacional de Estudios
Nucleares MIFI:
—La
compañía estima que no tiene mucho sentido competir con las
transnacionales en las cosas que todo el mundo sabe hacer a la
perfección. Pero que sí vale la pena probar con algo nuevo para tratar
de adelantarse a los líderes del sector en ciertas variables. Y con ello
convertirse en una empresa líder en su área concreta.
En
el desarrollo de la línea de robots controladores para Kamáz participan
dos oficinas de diseño: el centro científico-técnico IRE-polus de la
villa tecnológica Friazino, de las afueras de Moscú, y la compañía
Eidos, de Kazán. La primera es una fábrica de cabezales láser de fibra
asociada con la famosa empresa nacional IPG Photonics, fundada por el
científico y empresario Valentín Gapóntsev. La segunda se especializa en
equipos simuladores. Le corresponde desarrollar el software y la parte
de ingeniería del proyecto Kamaz que es puramente nacional, puntualiza
el analista de la compañía Investkafe, Robert Krasnov:
—En
general, las líneas robóticas para fabricar automóviles no son ningún
mito, porque ya existen. Hay una fábrica del Mercedes-600 en Alemania.
Hay líneas de Audi en Stuttgart. Normalmente se trata de automóviles de
clase superior. La novedad es que la misma tecnología se aplica para
hacer camiones.
Cabe aclarar que los camiones
y los turismos de clase superior se hacen de metales muy distintos,
explica el experto. El equipo cuesta hasta dieciocho mil millones de
rublos, o sea, unos seiscientos mil dólares. Un prototipo de la línea
rusa estará listo el próximo añoLa voz de Rusia

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