El apoyo militar a la oposición contra el
Gobierno del presidente sirio Bashar al-Asad se considera como una clara
violación a los derechos internacionales, así ha advertido el Gobierno
de Moscú, dirigiéndose a los países patrocinadores de los terroristas en
el país árabe.
“Ciertas capitales han prometido un apoyo masivo en armas modernas”,
ha declarado hoy jueves el portavoz del ministerio ruso de Asuntos
Exteriores, Alexander Lukashevic.
“Más aún ayudar a la oposición que lleva una revuelta armada contra
un Gobierno legítimo es una enorme violación a las normas fundamentales
del derecho internacional”, agregó.
Estas declaraciones se han producido un día después de que el
ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, transmitiera la
postura de Moscú contraria al apoyo del Occidente a los grupos armados
en Siria.
Al respecto, durante una rueda de prensa en la capital de Arabia
Saudí, Riad, al margen de la reunión de cancilleres del Consejo de
Cooperación del Golfo Pérsico (CCG)- integrado por los países árabes
ribereños del Golfo Pérsico-, Lavrov pidió a todas las partes implicadas
en el conflicto sirio a adoptar el plan de Ginebra para implementar un
alto el fuego.
El 30 de junio, en una reunión en Ginebra (Suiza) los diplomáticos
llegaron a un acuerdo basado sobre la propuesta del exenviado de las
Naciones Unidas (ONU) y la Liga Árabe (LA) para Siria, Kofi Annan, que
señalaba realizar un alto al fuego y crear un gobierno de transición que
pudiera incluir a miembros del actual Gobierno sirio y la oposición.
Rusia y China, al contrario de Estados Unidos y otros países
occidentales, insisten en que la crisis siria debe ser resuelta a través
de vías políticas y que los propios sirios sean quienes decidan su
destino.
Desde mediados de marzo de 2011, Siria es escenario de disturbios
provocados por grupos terroristas, cuyo objetivo es posibilitar una
intervención extranjera en este país árabe y derrocar al Gobierno de
Damasco.
hispan TV
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