Lockheed Martin promete tenerlos a punto sólo en 2015
Lockheed Martin ha comenzado a enviar los primeros cazas
multifuncionales F-35 JSF al Cuerpo de Marines de EE.UU., pero aún
quedan más años y más dinero para se dé el 'toque' final al proyecto más
caro del Pentágono.
La base aérea de los infantes de la marina en Yuma, en el estado de
Arizona, la mayor base aérea del Cuerpo, recibió su primer F-35 Joint
Strike Fighter el pasado viernes, pero esta costosa adquisición no será
capaz de alcanzar sus objetivos a velocidades subsónicas en un futuro
cercano.
El Pentágono espera que la base de Yuma albergue pronto el 121º
escuadrón de cazas de combate, la primera unidad de estas aeronaves
desplegada para acometer misiones de combate. Mientras tanto, Lockheed
Martin, el contratista del Departamento de Defensa encargado de
completar el pedido de estos aviones, un pedido cada vez más
obstaculizado, aún tiene trabajo por delante.
El portal wired.com indica que la llegada del primer F-35 a la base de
Yuma no quiere decir que el aparato pueda volar. El sistema
computerizado de la logística en estas aeronaves, el software del
sistema de control de vuelos y los cascos especiales, todavía no están
en condiciones de ser usados en vuelo, y sin todos estos detalles
intrincados perfectamente ajustados las aeronaves no podrán ser usadas.
En septiembre de este año el director entrante del programa F-35 criticó
a Lockheed Martin por desperdiciar los recursos del país asignados para
el ambicioso proyecto, que se ha convertido en el programa más caro de
todas las adquisiciones de armas del Pentágono en todos los años de su
existencia.
Tras varios años de complicaciones, la sofisticada aeronave sigue
presentando nuevos problemas, lo que pone en tela de juicio el futuro
mismo del proyecto. De ahí que varias naciones ya estén reconsiderando
sus contratos con Lockheed a la espera de que sea terminado su contrato
con EE.UU.
"No hay más dinero ni más tiempo para el desarrollo de este programa",
señaló el mayor general Christopher Bogdan en la conferencia anual de la
Asociación de la Fuerza Aérea en las afueras de Washington. "Eso es
todo. No vamos a volver y a pedir más".
En el programa de F-35 se llevan invertidos 395.700 millones de dólares,
es decir, un 70% más del gasto inicialmente previsto. Y mientras que la
obtención de un producto terminado requerirá aún más años, el modelo
primitivo que se promociona en la base de Yuma estaría siendo utilizado
para demostrar que los F-35 Joint Strike Fighter pronto estarán listos
contra viento y marea. Sin embargo, hoy en día es poco el provecho el
que los militares pueden sacar a la aeronave.
No solo problemas informáticos
El rotativo californiano 'North County Times' asegura que "el
entrenamiento táctico puede comenzar dentro de un año, después de que
10-12 pilotos estén capacitados para pilotarlo". Sin embargo, el diario
establece que "el escuadrón no será capaz de actuar hasta que los
aviones tengan revisado el bloque 2B de su software, hecho que Lockheed
promete terminar a mediados de 2015".
Según Wired, la fecha final de la actualización sigue siendo incierta,
puesto que 24 millones de líneas del código fuente del software (las
instrucciones que debe seguir la computadora para ejecutar dicho
programa), nueve millones más de lo previsto, tendrán que ser revisadas
antes de que el avión pueda despegar y derribar objetivos a una
velocidad y precisión sin parangón en el mundo.
Mientras tanto, los pilotos del Pentágono se ven obligados a confiar en
un sistema de casco desarrollado por BAE Systems, el competidor
principal de Lockheed.
Una vez resueltos estos problemas, la base de Yuma estaría pendiente de
recibir sólo una cosa para hacer completamente operativa la flota de los
F-35: un perfecto sistema de armas, que aún se encuentra en desarrollo.
Se prevé que para obtenerlo se requerirán cientos millones de dólares
más.
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/78908-nuevos-cazas-f-jsf-asoman-nariz-levantan-vuelo
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