Tras el cambio político, Georgia buscará una mejora en sus relaciones con Rusia

Así lo ha anunciado el líder de la colación vencedora en las recientes elecciones legislativas

 Normalizar las relaciones con Rusia será uno de los objetivos principales para Tbilisi cuando la coalición ganadora de las recientes elecciones parlamentarias forme su Gobierno. Pero será un proceso difícil.

Así lo advirtió el líder del Sueño Georgiano, el bloque electoral que, con más del 97% de las papeletas escrutadas, ha obtenido un 55% de votos: Bidzina Ivanishvili. El hombre más rico del país, quien entró en el mundo de la política hace apenas un año, es el candidato más probable para ocupar el puesto de primer ministro del país en los próximos meses.

“Es obvio que la sociedad georgiana votó por los cambios”, dijo a su vez en una rueda de prensa en Moscú el portavoz de la diplomacia rusa, Alexánder Lukashévich. En su opinión, estos cambios finalmente facilitarán a Georgia el establecimiento de unas relaciones constructivas y de respeto mutuo con los países vecinos. Eso se refiere tanto a Rusia como a Osetia del Sur, atacada por el régimen del actual presidente, Mijaíl Saakashvili, en agosto de 2008.

Para iniciar el proceso de un nuevo acercamiento, será imprescindible sustituir a todos los miembros del Gobierno que asistieron al curso aventurero de Saakashvili. Eso es lo que entiende el propio líder de la coalición triunfante. Ivanishvili ha proclamado este miércoles que no quedará ni un solo ministro de los oficialistas en la nueva composición del Gobierno, sin especificar quién lo integrará.

Dos años antes el Movimiento Nacional Unido de Saakashvili aprovechó su mayoría absoluta en el Parlamento para adoptar una enmienda constitucional que otorgaba al primer ministro gran parte de los poderes presidenciales. De esa manera el propio presidente pretendía permanecer en el poder después de que agotase su segundo y último mandato. En particular, a partir de 2013 el primer ministro se ocuparía de los asuntos exteriores. Con el apoyo que recibía por parte de Occidente, Saakashvili se reservaba para sí mismo ese puesto.

“La ideología de ese hombre estableció un ambiente de mentiras, violencia y torturas —afirma Bidzina Ivanishvili—. Las imágenes que muestran lo que ocurre en las cárceles de Georgia son el fruto de su ideología porque él mismo conformó el grupo que la implantó. Sería preferible que dimitiera por su propia voluntad y no que tuviéramos que obligarle a hacerlo”.

Así el líder del ahora triunfante Sueño de Georgia formuló su exigencia dirigida al presidente del país. Al igual que decenas de miles de sus seguidores, Ivanishvili insta a que el máximo responsable del escándalo de torturas y del conflicto con los países colindantes del norte se aleje del poder cuanto antes

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