En Kazajstán comenzaron las maniobras de los estados de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, OTSC. Contingentes de las fuerzas armadas de Armenia, Bielorrusia, Kazajstán, de Kirguizia, Rusia y de Tayikistán entrenarán en las maniobras la preparación y ejecución de operaciones para el mantenimiento de la paz y de la seguridad colectiva en la región.
No es casual que fuese elegida la
parte meridional de Kazajstán para las maniobras de la OTSC: la amenaza
creciente de que el conflicto afgano rebase sus fronteras y, el riesgo
persistente de conflictos étnicos en las repúblicas exsoviéticas obligan
a Moscú dedicar atención al reforzamiento del potencial militar de la
OTSC.
La amenaza afgana es considerada como la más
real, apunta el experto militar Igor Korotchenko, director de la revista
“Defensa nacional”:
—Teniendo en cuenta la amenaza que supone Afganistán, tras la retirada de las tropas internacionales encabezadas por EEUU en 2014, el papel de la OTSC cada vez es mayor.
Se espera cambios sustanciales y dramáticos tanto en Afganistán mismo
como en el espacio postsoviético. Es posible la propagación del
extremismo islámico de territorio afgano y el traslado de las acciones
bélicas de los talibanes, y de otras agrupaciones radicales islámicas
del tipo de Al Qaeda, al territorio de las exrepúblicas soviéticas de
Asia central.
Actualmente, para Rusia
Asia Central es la mayor amenaza para su seguridad. En estas
condiciones, el deseo de Moscú de reforzar el potencial militar de la
OTSC es una medida necesaria y evidente, sobre todo porque el carácter
de las amenazas puede ser de cualquier tipo, estima el experto militar
Konstantin Bogdanov:
—Para los militares rusos,
Asia central es la región que en los próximos años puede convertirse en
una amenaza bélica muy seria. Desde focos de extremismo y terrorismo
hasta una guerra de grandes proporciones. Y en relación con esto el
robustecimiento y desarrollo del componente militar del bloque de la
OTSC, incluidos de los miembros de Asia Central propiamente dicho, es
sin duda prioritario en este plano.
Uno
de los principales problemas de la OTSC sigue siendo la diferencia del
potencial militar de los países miembros: entre Rusia, Bielorrusia y
Kazajstán, por una lado, y Armenia, Kirguizia y Tayikistán, por otro.
Los ejercicios conjuntos ayudan a elevar la capacidad combativa de los
ejércitos de los países socios de Rusia de la OTSC, sin embargo, este
objetivo se puede alcanzar seriamente solo con el rearme radical de esos
ejércitos, proveyéndolos de sistemas de armas modernos.
Y un asunto de los centrales de la próxima década es, de qué manera y a costa de quien tendrá lugar dicho rearme
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