Los militantes del movimiento Talibán, que el viernes habían atacado la base militar británica Camp Bestion en Afganistán, destruyeron seis aviones de guerra de la Coalición y tres estaciones de servicio.
Además, fueron dañados seis hangares de aviones.
Los atacantes iban vestidos con uniforme americano. De los quince atacantes catorce murieron y uno fue capturado.
Dos soldados del Cuerpo de Marines de EEUU perdieron la vida y nueve resultaron heridos.
El
objetivo principal del ataque, según uno de los comandantes de campo,
era el príncipe Harry, quien había llegado al país la semana pasada.
La voz de Rusia
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