El servicio de seguridad ruso, FSB, usará el detector de
mentiras a la hora de reclutar nuevos agentes, escribe hoy el diario
Izvestia.
Un reglamento recién aprobado por el jefe del FSB, Alexandr
Bórtnikov, obliga a los candidatos a someterse a la prueba del polígrafo
y responder a múltiples preguntas, entre ellas, sobre los antecedentes
penales y los vínculos con el extranjero, pero también sobre las
convicciones y la militancia políticas.
Oficiales de Seguridad señalan que siempre hubo restricciones
en esta materia pero algunos expertos consideran que es una manera de
protegerse contra agentes que simpatizan con la oposición.
“Siempre existieron limitaciones. El artículo 16 de la Ley
sobre el Servicio Federal de Seguridad prohíbe contratar a los
militantes o a los simpatizantes declarados de partidos políticos. En
adelante, la lealtad política de un agente se someterá a la prueba del
polígrafo”, dijo un oficial del FSB.
Recordó que el Interior practica restricciones similares, ya reflejadas en la nueva Ley de Policía.
Un coronel retirado del FSB y ex diputado parlamentario,
Guennadi Gudkov, opina sin embargo que la innovación se debe al miedo de
que simpatizantes con la oposición se infiltren en las filas de
Seguridad.
“Esta medida, desde luego, ahuyentará a los jóvenes candidatos”, dijo.
El abogado Mijaíl Trepashkin, quien trabajó 12 años en Seguridad, está de acuerdo con Gudkov.
“Los simpatizantes de la oposición causan pánico al régimen. En
Seguridad han quedado solo las personas que cumplen las órdenes a
ciegas”, afirmó.
Trepashkin cree que el FSB está “apretando las tuercas”.
“Conozco a un joven, oficial de un grupo de operaciones especiales, a
quien no le han admitido en el FSB por el mero hecho de que su abuelo
vive en la ‘enemiga’ Ucrania”.
Uno de los ex jefes del servicio ruso de inteligencia, SVR,
destacó entretanto que el uso del polígrafo para comprobar las filias
políticas de un agente no es tecnología doméstica.
“Los servicios secretos de Alemania, Gran Bretaña, EEUU y otros
países llevan mucho tiempo practicándolo. La presencia en las filas de
un radical de izquierdas, por ejemplo, o de un extremista podría
resultar muy perjudicial a la seguridad nacional. Ningún servicio
secreto toleraría a semejantes personas”, aseguró.
Ria Novosti
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