WASHINGTON | THE NEW YORK TIMES
Irán ya reanudó los embarques de pertrechos militares a Siria a través
del espacio aéreo de Irak en un nuevo esfuerzo por apuntalar al acosado
gobierno del presidente Bashar Asad de Siria, con base en altos
oficiales de Estados Unidos.
La administración de Barack Obama presionó a Irak para que cerrara el
corredor aéreo que Irán había estado usando previamente en el año,
sacando a colación el tema con el primer ministro iraquí, Nouri
al-Maliki. Pero, a medida que rebeldes sirios han ganado terreno y el
gobierno de Asad fue sacudido por un bombazo que mató a varios oficiales
de alto rango, Irán redobló su apoyo al líder sirio. Los vuelos
empezaron de nuevo en julio, y para frustración de oficiales
estadounidenses han continuado desde ese momento.
Expertos militares dicen que estos vuelos han permitido que Irán
suministre provisiones al gobierno sirio pese a los esfuerzos que han
hecho los rebeldes para capitalizar varios cruces fronterizos donde la
ayuda iraní ha sido transportada en camiones al interior.
"Los iraníes no tienen problema alguno en el aire y el régimen sirio aún
controla el aeropuerto", dijo un general retirado libanés, Hisham
Jaber, quien encabeza el Centro de Oriente Medio de Estudios e
Investigación en Beirut.
El Vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien ha desempeñado el
papel principal sobre la política hacia Irak, discutió la crisis siria
en una conversación telefónica con al-Maliki el 17 de agosto. La Casa
Blanca se ha negado a divulgar detalles, pero un oficial estadounidense
que no quiso hablar de manera oficial dijo que Biden había registrado
sus inquietudes con respecto a los vuelos. La administración Obama se ha
mostrado reacia a suministrarles armas a los rebeldes sirios o
establecer una zona de exclusión aérea sobre Siria, por temor a ser
atraída más profundamente en el conflicto sirio. Sin embargo, la ayuda
proporcionada pone de relieve la realidad de que Irán está dispuesto a
lo que sea para mantener a Asad en el poder.
Además, la tolerancia de al-Maliki hacia el uso iraní del espacio aéreo
de Irak sugiere los límites de la influencia de la administración Obama
en Irak, a pesar de la participación de EE.UU. en el derrocamiento de
Sadam Husein y de marcar el comienzo de un nuevo gobierno. A todas
luces, la influencia de Estados Unidos es limitada a pesar de su
afirmación en el sentido que está formando una sociedad estratégica con
los iraquíes. Al-Maliki ha buscado mantener las relaciones con Irán, en
tanto Estados Unidos ha encabezado el esfuerzo internacional por
imponerle sanciones al gobierno de Teherán.
Al mismo tiempo, todo parece indicar que el primer ministro iraquí ve la
caída potencial de Asad como un suceso que pudiera fortalecer a sus
rivales árabes sunitas y kurdos en la región. Algunos estados que son
los más impacientes por ver la salida del mandatario sirio, como Arabia
Saudita, Qatar y Turquía, mantienen pobres relaciones con al-Maliki y su
gobierno dominado por chiitas.
Irán tiene muchísimo en juego en Siria. Es su aliado árabe más
incondicional del país, que colinda con el Mediterráneo y Líbano, amén
que ha suministrado un canal para el apoyo de Teherán a Hezbolá.
APORTE. Como parte de la ayuda de Irán al gobierno de Asad, les ha dado a
las autoridades sirias el entrenamiento y la tecnología para
interceptar comunicaciones y vigilar Internet, con base en oficiales
estadounidenses. Personal de la Fuerza Quds iraní, dicen, ha estado
involucrado en el entrenamiento de las fuerzas paramilitares donde
predominan los alauitas, donde el gobierno se ha apoyado cada vez más,
así como fuerzas sirias aseguran las bases aéreas de la nación.
Los iraníes incluso han proporcionado un avión de carga que las fuerzas
armadas de Siria pueden usar para transportar hombres y provisiones por
todo el país, con base en dos oficiales estadounidenses.
En un nuevo giro, con base en palabras de un oficial estadounidense, han
surgido informes confiables en el sentido que combatientes de milicias
chiitas de Irak, respaldados por Irán desde hace ya tiempo en sus
esfuerzos por moldear los sucesos dentro de Irak, ahora se están
abriendo paso a Siria para ayudarle al gobierno de Asad.
Si bien no han discutido específicamente la ayuda que está enviando por
aire a Siria, oficiales estadounidenses han hablado en público sobre el
involucramiento de Irán allá. "Irán está desempeñando una mayor
participación en Siria en muchas formas", dijo el secretario de la
Defensa de EE.UU., Leon Panetta, el mes pasado. "Ahora existe una
indicación de que están intentando desarrollar, o intentando entrenar,
una milicia dentro de Siria para que pelee en nombre del régimen".
David Cohen, prominente funcionario del Departamento del Tesoro en temas
de terrorismo, dijo el mes pasado que Hezbolá ha estado entrenando a
personal del gobierno sirio y ha facilitado el entrenamiento de fuerzas
sirias por parte de la Fuerza Quds de Irán.
En sus comentarios del mes pasado, Panetta insistió en que los esfuerzos
iraníes meramente "apuntalarían a un régimen que, pensamos, a final de
cuentas se va a venir abajo". Sin embargo, algunos expertos iraníes
creen que es improbable que la dirigencia de Teherán pudiera detener su
participación en Siria incluso si Asad es derrocado, habiendo calculado
que Siria en caos es mejor que un nuevo gobierno que pudiera simpatizar
con Occidente.
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