China se reserva el derecho de emprender nuevas acciones contra
Japón en el contencioso de las islas Diaoyu (Senkaku), afirmó hoy el
general Liang Guanglie, ministro chino de Defensa.
“Nos reservamos el derecho de tomar futuras medidas aunque esperamos resolver la disputa por vía
negociada”, declaró Guanglie en una rueda de prensa celebrada en Pekín
al término de su encuentro con el jefe del Pentágono, Leon Panetta.
El ministro manifestó la esperanza de que el Gobierno japonés
“rectifique sus errores y vuelva al cauce correcto de las
negociaciones”.
Mientras, miles de personas en diversas ciudades de China reiteraban hoy su repudio a Japón que nacionalizó
el pasado 11 de septiembre tres de las cinco islas disputadas. China
calificó tal decisión de amenaza a la soberanía e integridad
territorial.
Las protestas de hoy coincidieron con el 81 aniversario de la ocupación del noreste de China por Japón.
Varias empresas japonesas en China, entre ellas, Honda, Mazda, Canon, Panasonic y Uniqlo prefirieron cerrar por varios días sus cadenas de ensamblaje y tiendas por temor a una escalada de tensión.
La jornada transcurrió sin incidentes mayores aunque la Policía
tuvo que usar gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes en
varias ciudades.
Dos activistas de la derecha japonesa intentaron desembarcar
hoy en una de las islas disputadas pero fueron detenidos por
guardacostas de Japón. La cancillería china protestó por el incidente al
exigir que Tokio ponga cese a las “provocaciones”.
La prensa japonesa, a su vez, informó de la aparición de 11
patrulleros chinos en la zona del litigio. Dos de estos buques, según el
Servicio de seguridad marítima de Japón, incursionaron en las aguas
japonesas.
La disputa territorial entre China y Japón repercutió
negativamente en los parqués de Asia Pacífico que cerraron la jornada de
hoy con números rojos. El selectivo Nikkei 225 de la bolsa de Tokio
registró al cierre una bajada del 0,39%; y el índice bursátil de la
China continental, Shanghai Composite, cayó en el 0,91%.
Valeri Kistánov, jefe del Centro de estudios japoneses en el
Instituto ruso del Lejano Oriente, duda de que Pekín y Tokio se
enfrenten en un conflicto militar a raíz de las Diaoyu
(Senkaku). Entre otras cosas, porque ello “causaría el efecto dominó y
detonaría la región entera, en la que hay otros contenciosos
territoriales como el archipiélago sur de las Kuriles (entre Rusia y
Japón), las islas Spratly (entre China, Taiwán, Vietnam, Malasia, Filipinas y Brunei) o las islas Paracelso (entre China, Taiwán y Vietnam).
Otros factores disuasorios, según el experto,
son la estrecha interdependencia económica de Pekín y Tokio (hay casi
30.000 empresas japonesas en China) y el tratado de seguridad que existe
entre Japón y EEUU.
Las islas Diaoyu (Senkaku) se sitúan a unos 400 kilómetros al oeste de la isla nipona de Okinawa y ocupan una superficie de apenas seis kilómetros cuadrados pero en su plataforma marina pueden encontrarse importantes yacimientos de hidrocarburos.
Japón afirma que las islas le pertenecen desde 1895. Pekín
subraya por su parte que en los mapas japoneses de 1783 y 1785 el
archipiélago Diaoyu se identifica como territorio chino. Después de la
Segunda Guerra Mundial las islas estaban bajo el control de EEUU que las
transfirió a Japón en 1972.
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