Los insurgentes sienten que los islamistas extranjeros son “demasiado
extremistas”
El conflicto sirio ha atraído a islamistas de todo el mundo árabe,
deseosos de ayudar a sus “hermanos” a derrocar “al régimen apóstata”.
¿Pero van a deponer sus armas los aliados árabes si cae el gobierno de
Assad? Los rebeldes sirios ya están sospechando que no.
“Son demasiado extremistas, quieren volar cualquier símbolo estatal,
hasta las escuelas”, dijo a la agencia Reuters Abu Bakr, un comandante
rebelde sirio.
La preocupación está creciendo, a pesar de la obvia ventaja que trae la
afluencia de voluntarios extranjeros a los grupos insurgentes que hace
17 meses desataron la lucha armada contra el gobierno de Bashar al
Assad.
Los islamistas de muchos países árabes traen consigo a Siria dinero,
armas y su rica experiencia en combate, en otras palabras, todo aquello
que faltaba a estos rebeldes “aficionados”.
“Son extremadamente eficaces y sigilosos. Coordinan con nosotros sus
ataques al régimen, pero no reportan a nadie. Traen del extranjero armas
y explosivos de contrabando que son mucho mejores de los que disponemos
nosotros”, dice Anwar, un rebelde sirio de Alepo.
Precisamente esta ayuda a gran escala hace que los rebeldes sirios sean
capaces de hacer frente al Ejército sirio y se sientan lo
suficientemente optimistas como para rechazar cualquier tipo de
propuesta de dialogo con el Gobierno. Pero lo que distingue a los
islamistas ‘importados’ de los rebeldes locales es su entendimiento
sobre dónde están los límites del conflicto.
“Nuestro objetivo es construir un nuevo futuro y no destruir todo”,
afirma Abu Bakr y añade: “Cuando caiga Bashar, podríamos vernos en un
nuevo campo de batalla, esta vez contra nuestros antiguos aliados”.
Adeptos del salafismo y wahabismo, movimientos radicales islámicos, así
como los devotos idealistas yihadistas que pelean por los “musulmanes
oprimidos” están presentes en los campos de batalla en Siria. Noto todo
son hombres y armas, también están los millones de dólares provenientes
de estados ricos del Golfo Pérsico tales como Arabia Saudita o Kuwait.
Por otro lado, los rebeldes sirios, en su mayoría jóvenes sunitas de
pobres zonas rurales, no aspiran a ir más lejos que derrocar al
presidente Assad. Algunos de ellos hablan sobre un estado en el que
entre en vigor la ley sharia, pero siempre y cuando en el país se
establezca la paz y la estabilidad.
Y lo que dicen estos combatientes locales casi seguramente suene
demasiado moderado para sus belicosos aliados extranjeros: “un estado
donde todos los ciudadanos tengan derechos iguales: los musulmanes y
minorías”, o “un futuro no golpeado por la pobreza y no determinado por
la religión”.
En realidad, parece que el hombro “amigo” de los combatientes
extranjeros se está haciendo demasiado caliente.
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/51095-rebeldes-sirios-asustados-extremismo-aliados-extranjeros
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