En un claro mensaje a los
adversarios potenciales de EE.UU. en Asia, el secretario de Defensa Leon
Panetta envió un escuadrón de cazas furtivos de quinta generación F-22
Raptor a una base en Japón.
Tras el informe de la Fuerza Aérea de EE.UU. hecho la semana pasada, Panetta decidió levantar gradualmente las restricciones impuestas a los aviones caza.
El primer paso en este sentido será el despliegue de un escuadrón de F-22 en la base aérea Kadena, en Japón, justo en el patio trasero de China y Corea del Norte.
El portavoz del Pentágono, George Little, aclaró que el esquadrón se desplazará rumbo al país oriental a una altitud restringida, pero después se prevé ampliar el rango de altitudes de vuelo.
Little aseguró que el alto mando de la Fuerza Aérea informó a Panetta el 20 de julio pasado que tienen la certeza de que la verdadera causa de los síntomas de asfixia está en el abastecimiento de oxígeno a los pilotos, algunos de los cuales, por cierto ya se niegan a pilotar ese tipo de aviones.
La decisión de limitar la distancia y altura de todos los vuelos de cazas de quinta generación F-22 fue tomada por Panetta en mayo de este año para mantenerlos cerca de un área de aterrizaje. Previamente, en el transcurso del último año y medio, se han registrado 23 casos de hipoxia en pilotos de estos cazas.
El cambio de base permanente de estos aviones de combate superfurtivos, superrápidos y los más caros del mundo vuelve de poner de relieve el nuevo enfoque de la estrategia de seguridad y de política exterior de Estados Unidos en Asia-Pacífico, región donde China está desarrollando avanzados sistemas de radares y medios antiaéreos.
Fuente : RT
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