Después de que todo el mundo se enterase de los logros de la CIA a la hora de frustrar un atentado aéreo de Al Qaeda con una bomba oculta en ropa interior, los funcionarios de EE. UU. han abierto la veda para cazar al topo que filtró la información.
El objetivo es la fuente que filtró que había un agente doble en las
filas de organización extremista que abortó la acción terrorista en el
marco de una operación clandestina en Yemen.
La primera línea de contraataque contra el supuesto topo, que dio a los
medios globales la oportunidad de difundir la noticia, tendrá lugar en
la misma CIA.
El jefe de los espías estadounidenses, el director de Inteligencia
Nacional de EE.UU. James Clapper, instruyó una investigación interna de
16 agencias de inteligencia vinculados a la CIA, según fuentes anónimas
de la agencia AFP.
También confirman la búsqueda del informante fuentes anónimas de la
agencia de noticias AP. Además se informa de que el FBI abrió un caso
criminal en relación a este asunto.
Sin embargo, la Agencia Central de Inteligencia no lo reconoce,
mientras que el portavoz de la CIA, Todd Ebitz, dijo que se espera que
se realice una investigación. Además, Ebitz puntualizó que “toda la
comunidad de inteligencia debe estar preocupada por las filtraciones no
autorizadas”.
A este llamamiento se sumaron una serie de altos cargos de EE. UU. El
ministro de defensa Leon Panetta ha dicho que “cuando se producen tales
filtraciones, dañan nuestra capacidad para realizar nuestros planes de
inteligencia”.
Panetta estuvo acompañado por varios legisladores que se expresan en
contra de las publicaciones sobre las acciones de la CIA en los medios.
“Si se produjera algo malo debido a que fuera filtrado demasiado
temprano, sería una catástrofe y también un crimen”, dijo a la cadena
CNN el republicano Mike Rogers, el jefe del Comité de Inteligencia de la
Cámara Baja del Congreso.
Su punto de vista no es una sorpresa, si recordamos la polémica que
rodeó a Rogers tras promover la escandalosa ley de Intercambio y
Protección de Información de Inteligencia Cibernética (CISPA, según sus siglas en inglés).
Cuando pasó la ley argumentó su actualidad con “la necesidad urgente”
de defender el sector privado de ataques cibernéticos, pero muchos
argumentan que la norma, junto con las SOPA y la PIPA, socava la libertad en Internet.
Y ahora parece que Washington busca tapar las bocas que revelan
acciones de los servicios secretos, que han sido dudosas en muchas
ocasiones.
Además, si se confirma la instrucción del caso de Al Qaeda, será ya el séptimo caso criminal vinculado a filtración de información secreta que lanza la administración del presidente Obama. Antes de llegar a la Casa Blanca Barack Obama exigió poner fin a esta práctica, ofreciendo protección a los filtradores.
Artículo completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/internacional/issue_39839.html
Además, si se confirma la instrucción del caso de Al Qaeda, será ya el séptimo caso criminal vinculado a filtración de información secreta que lanza la administración del presidente Obama. Antes de llegar a la Casa Blanca Barack Obama exigió poner fin a esta práctica, ofreciendo protección a los filtradores.
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