lunes, 19 de marzo de 2012

La Inteligencia occidental dice que Irán no crea una bomba nuclear, pero Israel se obceca


Los servicios de Inteligencia de EE. UU. y de Israel no confirman la elaboración de la bomba atómica en Irán. Esto podría ser otro argumento a favor de la regulación diplomática de la crisis en las relaciones de Occidente e Irán. No obstante, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no deja de subrayar que el programa nuclear iraní es un peligro para Israel.
Según afirman fuentes de los servicios de Inteligencia estadounidense, se ha confirmado que el programa militar nuclear iraní fue suspendido en 2003 por orden del ayatolá Alí Hoseiní Jameneí y desde aquel entonces no se ha reiniciado, pese a los rumores sobre los presuntos fines militares del programa actual.

Satélites, sensores y agentes para conocer la verdad

Según un informador anónimo de los servicios de Inteligencia estadounidenses, citado por The New York Times, la Inteligencia de EE. UU. usó todos los recursos técnicos que tienen a su alcance para informarse lo máximo posible sobre el tema. Interceptan las conversaciones de los funcionarios y científicos iraníes, y las instalaciones nucleares de Irán están observadas por los satélites y los aviones no tripulados más modernos de EE. UU. Incluso estas instalaciones están rodeadas por una red de sensores autónomos que siguen las señales electromagnéticas y los vertidos de las partículas radiactivas.
En cuanto a la red de agentes de la Inteligencia occidental, la situación es más complicada porque es sumamente difícil para la CIA introducir a sus agentes en la República Islámica. El trabajo se complica aún más por la falta de una embajada estadounidense en Irán. Pero aquí les puede ayudar Israel que colabora con el movimiento antigubernamental iraní Mojahedin-e Khalq y con los separatistas kurdos.

Israel sigue con su retórica: ¿Un engaño bien pensado?

La noticia principal que comunicó dicha fuente a la prensa estadounidense es que los agentes de la Inteligencia israelí comparten la opinión de sus colegas de EE. UU. de que el programa nuclear de Irán está lejos de tener fines militares, pero el Gobierno israelí sigue con su posición agresiva.
Los altos cargos israelíes han insistido varias veces en la necesidad de empezar una operación contra Irán lo más rápido posible porque "la ventana de la oportunidad" para atacar se cerrará en un futuro próximo.
Benjamín Netanyahu no deja de subrayar que el programa nuclear iraní es un peligro para Israel. El 5 de marzo, pronunciando su discurso ante el Comité de Asuntos Públicos EE. UU.-Israel (AIPAC, por sus siglas en inglés), comparó las plantas nucleares de Irán con los campos de concentración nazis. Durante su reciente visita a EE. UU. el primer ministro israelí intentó asegurarse el apoyo estadounidense en caso de que Tel-Aviv decida atacar las instalaciones nucleares iraníes. Sin embargo, no logró respaldo.
Esta semana los líderes de EE. UU. y Gran Bretaña, Barack Obama y David Cameron, respectivamente, subrayaron que no apoyarían la operación militar israelí contra Irán. Washington y Londres esperan que las sanciones impulsen a Teherán a colaborar más activamente con la OIEA y a reconsiderar los proyectos que preocupan a Occidente.
Los expertos consideran que teniendo en cuenta toda la seriedad de las acusaciones de Israel, sus aviones ya hace mucho deberían haber empezado sus bombardeos en Irán. Pero esto no sucede y los analistas consideran que la 'indignación' israelí podría ser nada más que un engaño bien pensado para provocar que Obama introduzca nuevas sanciones contra Teherán.
Incluso en su patria Benjamín Netanyahu se ha tropezado con críticas: la publicación Haarez compara al primer ministro con un tigre de papel, que se permite una retórica bélica pero no aplica ningún esfuerzo para proteger su población de un posible ataque de respuesta por parte de Irán y sus aliados.

Artículo completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/internacional/issue_37650.html

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