El mundo está cambiando. Los procesos de trasformación global ocultan los diferentes riesgos que a menudo tienen un carácter impredecible. En medio de las zozobras económicas mundiales y las conmociones de otro tipo siempre existe una tentación de solucionar los problemas a cuenta ajena, con presión y fuerza. No es casual que hoy en día se escuche decir que en un futuro próximo se planteará "de una manera objetiva" la cuestión de que la soberanía nacional no debe ocuparse de asuntos de significación global.
Tal posibilidad hipotética en relación a Rusia jamás debe darse. Es decir, no debemos consentir que nadie nos considere débiles y toque nuestros intereses.
Precisamente por eso en ningún caso vamos a negarnos al potencial de la presión estratégica, es más lo vamos a reforzar. Exactamente este potencial nos ayudó a conservar la soberanía estatal en el período complicado de los noventa cuando —si hablamos sinceramente— no teníamos otros argumentos ponderables.
Es evidente que no podríamos reforzar nuestras posiciones internacionales, desarrollar la economía y las instituciones democráticas si no somos capaces de defender Rusia. Esto pasaría si no prevemos los riesgos de los posibles conflictos, si no aseguramos la independencia tecnológico-militar y no preparamos una respuesta digna y adecuada como la reacción a ciertos desafíos.
Hemos aprobado y estamos realizando algunos programas sin precedentes de desarrollo de las Fuerzas Armadas y modernización del complejo industrial militar en Rusia. En total, durante la próxima década se destinarán a estos objetivos alrededor de 23 billones de rublos.
No es secreto que hubo muchas polémicas sobre las dimensiones y la oportunidad de las asignaciones a una escala tan grande. Estoy convencido de que son totalmente adecuadas a las posibilidades y los recursos del país. Y lo principal es que no se puede aplazar la solución de la tarea de creación de unas Fuerzas Armadas modernas y del reforzamiento integral del potencial de defensa.
Aquí no se trata de la militarización del presupuesto ruso. De hecho, los recursos que destinamos son el "pago de las cuentas" de aquellos años en los que al Ejército y a la Armada les faltaba el financiamiento, cuando casi no se realizaban suministros de nuevos tipos de armas. Y esto pasaba en un período en el que otros países hacían crecer de una manera consecutiva sus "músculos militares".
Defensa "inteligente" ante nuevas amenazas
Necesitamos mecanismos de reacción no solo ante las amenazas existentes. Tenemos que aprender a "ver lo que está detrás del horizonte", evaluar el carácter de las amenazas a 30-50 años vista. Es una tarea grande que requiere la movilización de las posibilidades de la ciencia civil y militar, los algoritmos de un pronóstico certero y a largo plazo.
¿Qué tipo de armas necesitará el Ejército ruso? ¿A qué exigencias tecnológicas será sometido el complejo industrial militar? De hecho, es necesario crear un sistema de calidad, "inteligente", de análisis militar y de planeamiento estratégico, preparar las "recetas" y su realización operativa en nuestros departamentos.
¿Qué nos prepara el futuro que viene?
No hay una alta posibilidad de una guerra global de las potencias nucleares, esta significaría el fin de la civilización. Hasta que la "pólvora" de las fuerzas nucleares estratégicas, creada con tantos esfuerzos de nuestros padres y abuelos, se quede "seca", nadie se atreverá a desatar una agresión a gran escala contra nosotros.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que el progreso tecnológico y científico en diferentes esferas, empezando con la aparición de nuevos tipos de armas y la maquinaria militar y acabando con las tecnologías de información y comunicaciones, llevó a un cambio de calidad del carácter de la lucha armada. Así, a medida que se han aceptado masivamente los medios no nucleares basados en sistemas de armamentos de alta precisión (SAAP) y de gran radio de acción, ha aparecido la tendencia de reforzar su papel como arma para la victoria incuestionable ante el rival, incluso en un conflicto global.
Un gran significado, si no definitivo, en la definición del carácter de la lucha armada lo van a tener las capacidades militares de los países en el espacio cósmico, en la esfera de la lucha de la información y en el primer lugar en el ciberespacio. En una perspectiva más lejana será la creación de armas basadas en los nuevos principios físicos (de rayos, geofísico, de ondas, de genes, psicofísico, etc). Todo esto permitiría, a la par con las armas nucleares, obtener unos instrumentos cualitativamente nuevos para lograr nuestros objetivos políticos y estratégicos. Ese tipo de sistemas de armas serán comparables con las armas nucleares según los resultados de su uso, pero serán más "admisibles" en el plano político y militar. De este modo, el papel del balance estratégico de las fuerzas nucleares en la contención de la agresión irá aumentando poco a poco.
Cada vez se inician nuevas guerras regionales y locales. Aparecen zonas de inestabilidad y caos 'calentado' artificialmente. Es más, se notan las tentativas intencionales de provocar tales conflictos en la proximidad directa de las fronteras rusas y de nuestros aliados. Vemos cómo han desvalorizado y han destruido los principios básicos del derecho internacional. Sobre todo en la esfera de la seguridad internacional.
En estas condiciones Rusia no puede apoyarse solo en los métodos diplomáticos y económicos de eliminación de contradicciones y resolución de conflictos. Nuestro país tiene la tarea de desarrollar el potencial militar en el marco de una estrategia de contención y un nivel suficiente de defensa. Y las Fuerzas Armadas y otras estructuras de fuerza deben estar preparadas para reaccionar rápidamente y eficazmente a las nuevas llamadas. Es una condición necesaria para que Rusia se sienta fuera de peligro, y los argumentos de nuestro país sean tomados en cuenta por nuestros aliados internacionales.
Además tenemos que reforzar en colaboración con nuestros aliados las capacidades de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC). Incluso las fuerzas colectivas de reacción operativa. La OTSC está dispuesta a cumplir su misión de garantizar la estabilidad en Eurasia.
Las prioridades máximas de la política estatal de Rusia para el futuro serán el aseguramiento del desarrollo dinámico de las Fuerzas Armadas, la industria nuclear y cósmica, el complejo industrial militar, la enseñanza militar, la ciencia fundamental militar y los programas de investigación aplicada.
Artículo completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/rusia/issue_36432.html
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