viernes, 24 de febrero de 2012

Eurasia y su amenaza para la hegemonía de occidente


Para naciones como Estados Unidos, Inglaterra o Francia, el proyecto de Eurasia significa una completa amenaza que ataca directamente a su planes expansionistas en zonas que consideran fundamentales para mantener de pie a sus economías en un futuro no muy lejano, del cual se puede esperar una posible escasez controlada de las reservas mundiales de petróleo [1]. Al tener tal hecho en cuenta, el actual conflicto con Irán (que viene siendo planeado hace varias décadas) o las tensiones constantes con Rusia dejan de ser un tema aislado. Es por eso mismo también que navegamos constantemente en los mares de una III Guerra Mundial, posiblemente nuclear.

Esta posición beligerante tomada por los sectores pro-bélicos del mundo es sumamente arriesgada, pero la consideran como un riesgo a tomar si es que desean mantener su hegemonía en varios sectores económicos y armamentísticos del mundo. Hoy en día Estados Unidos mantiene cierto nivel de estabilidad gracias al complejo militar-industrial y su activa participación en el mercado del armamento (esta nación es la principal distribuidora de armas); imagínese lo que ocurriría si norteamérica pierde esta posición a manos de Rusia, la situación monetaria en el país del Tío Sam sería altamente negativa.

De materializarse una unión económica, política y social entre Irán, Rusia, India y China al 100%, grandes empresas petroleras de occidente perderían su actual nivel de influencia, el sector de las exportaciones de esta zona se vería altamente afectado al perder clientes en todo Asia, y no se olvide de las importaciones para mantener la constante oferta y demanda de las familias de clase media en este sector del mundo.

Se crearían nuevos tratados económicos, habría otra organización a la hora de defender a las naciones aliadas y las invasiones en Medio Oriente se tornarían altamente inviables, ya que Eurasia actuaría rápidamente para defender su cerco estratégico. Hay muchas cuestiones de fondo que se modificarían, y se podría decir que casi la totalidad de ellas son contraproducentes para las actuales súper-potencias.

El sociólogo Mahdi Darius Nazemroaya ha tratado esta cuestión en su artículo para Global Research denominado: “El ‘gran juego’ y la conquista de Eurasia: ¿Hacia una Tercer Guerra Mundial?” [2] en el mismo, destaca lo siguiente:

Tal “mega potencia” euroasiática empequeñecería a Estados Unidos, quien hoy es la superpotencia global. En el mejor de los casos, Estados Unidos se convertiría en una potencia secundaria como Francia, Gran Bretaña, Alemania y Japón en comparación con los Estados Unidos actuales. Dentro de este contexto, la materialización de una entidad euroasiática fuerte ha sido históricamente saboteada, obstruida, y contrariada tanto por estrategas británicos como estadounidenses en lo que se describe mejor como “Eje Anglo-Estadounidense”.

Este mismo eje es el que no ve con malos ojos un enfrentamiento vis a vis entre potencias euroasiáticas y occidentales, con el objetivo de debilitar tal proyecto definitivamente, o al menos retrasarlo unos años más, para así poder encontrar nuevas alternativas que apoyen sus propios proyectos e ideales para un futuro no muy lejano.

No sólo las naciones occidentales se verían afectadas, sino también organizaciones y think thanks como el FMI, la ONU, la OTAN o el CFR, que conforman en conjunto, el grupo más potente y que busca emerger con un poderío sin precedentes a través de un Nuevo Orden Mundial.

Elena Ponomareva, escritora en la web Strategic Culture Foundation, da su parecer sobre esta temática en un artículo titulado: “Eurasian Project, a treath to new world order” [3] y dice lo siguiente (traducción propia):

Esto ayuda a entender por qué, en este momento, titulares estilo Guerra Fría están constantemente apareciendo en los medios de comunicación occidentales, que perciben la amenaza para Occidente en la reciente integración de Putin a Eurasia. La explicación obvia es que, de aplicarse, el plan vendría como un desafío geopolítico al nuevo orden mundial, a la dominación de la OTAN, el FMI, la UE y otros organismos supranacionales, y a la primacía indisimulada de EE.UU.

De momento, Eurasia se maneja mucho más en ámbitos diplomáticos y de papeleo, de todas formas, el hecho de que haya surgido este conflicto en aumento en el Golfo Pérsico (zona crucial de una posible Eurasia) puede determinar un considerable crecimiento en la velocidad de las tratativas para la efectivización de este proyecto sumamente ambicioso, pero también amenazador para las naciones imperialistas del eje maligno de la OTAN.

Arielev

Fuente : En Lucha Constante contra el NWO

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