El senador republicano Richard Lugar pidió al servicio de investigación del Congreso preparar un informe sobre los recientes acuerdos sobre suministro por Rusia de armamentos a países de la OTAN.
El Sr. Lugar reconoció que está preocupado por los contratos firmados para la construcción de dos portahelicópteros franceses tipo Mistral para la Armada rusa con la compañía francesa DCNS y con el consorcio alemán Theinmetall para el suministro de las instalaciones para un polígono de entrenamiento, y asimismo el contrato ruso-italiano para la fabricación conjunta de 60 vehículos blindados Iveco. Es evidente que Rusia en los últimos años está empeñando esfuerzos para obtener acceso a las tecnologías militares, que, por tal o cual causa, no pudo diseñar rápidamente. O quizás considera que comprarlas en el extranjero resulta más barato. Se trata, en particular, del portahelicópteros Mistral, de una serie de tecnologías para la fabricación de armas de fuego y de automóviles blindados ligeros. Sin duda alguna es algo novedoso. Largo tiempo la Unión Soviética y la Rusia de nuestros días se fiaban exclusivamente de sus propias fuerzas y ahora se ha tomado otra resolución –dice el director del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías, Ruslán Pújov:
—Para los norteamericanos ha sido una gran sorpresa. Ellos tratan de comprender lo que ocurre. Además, una serie de nuevos miembros de la OTAN, por ejemplo Letonia, Lituania y Estonia, y en menor grado Polonia, países que antes formaban parte de la Organización del Tratado de Varsovia, presionan intensamente a EEUU a los efectos de impedir estas transacciones, ya que supuestamente representan una amenaza para su seguridad.
Si tras la suscripción del informe los norteamericanos emprenden algunas acciones, eso no podrá definirse más que presión –señala el experto. Pero esto no será un problema de Rusia, sino un problema de sus socios europeos en la cooperación técnico-militar, a los que Rusia adquiere armamentos.
—Es que el mercado internacional de armamentos es bastante depresivo. En él las condiciones son dictadas por el cliente y no por el vendedor. Hay muchos vendedores de artículos costosos, pero pocos son los clientes que quieren gastar miles de millones de dólares. Especialmente ahora, en medio de la crisis económica, en que muchos países europeos y EEUU también se ven obligados a recortar el presupuesto militar. Esto será un duro golpe contra el estado financiero y económico de los consorcios industrial-militares.
Pero si los norteamericanos pueden soportar este golpe, toda una serie de empresas francesas, alemanas, españolas e italianas se encuentran en mal estado. Para muchas de ellas los encargos rusos son una ansiada “almohada de oxígeno”. Y si los norteamericanos llegan a ejercer presión sobre los aliados europeos de Rusia, en caso extremo éste país fabricará la maquinaria que necesite, mientras que los europeos recibirán un sensible golpe. Y en el acto se pondrá claro que no hubo ni hay ninguna asociación en pie de igualdad con EEUU, ni en el marco de la OTAN ni en el marco de las relaciones bilaterales –subraya el experto.
Hoy se perfila una visible tendencia: Rusia empieza a comprar a los fabricantes de la OTAN armamentos, en lo que ya esa organización va a la zaga –remarca el analista militar de Komsomólskaya Pravda Víctor Baranets:
—Desde luego que lo que preocupa a Lugar es que, de una u otra manera, crece el poderío militar del Ejército Ruso. Y, por otra parte, en la órbita de influencia de Rusia caen países de la OTAN, porque se vende no sólo “metal”, sino también componentes técnicos y tecnologías.
De momento es difícil decir qué puede haber detrás de la iniciativa del senador Lugar. Lo que está claro es que EEUU sigue con mucha atención todo lo que ocurre y es muy probable que en la nueva situación quieran tener palancas de influencia sobre los hechos.
Fuente: http://spanish.ruvr.ru/2012/01/30/64950507.html
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